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La crisis energética en Cuba continúa agudizándose con el inicio de 2025. Este sábado, la Unión Eléctrica (UNE) informó que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) enfrentó afectaciones significativas el 3 de enero, con cortes de suministro que alcanzaron los 777 MW en el horario de máxima demanda, contrariamente a los 600 MW inicialmente previstos.
Estas interrupciones afectaron principalmente a la zona centro oriental del país, donde el déficit de generación sigue siendo una constante. La víspera, los apagones ocurrieron en dos periodos críticos: de 08:13 a 14:27 horas, por transferencias elevadas hacia la región centro oriental, y de 14:59 a 20:44 horas, debido a la insuficiencia de generación.
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Según la UNE, los problemas se agravan durante el horario pico, cuando la demanda supera las previsiones iniciales. Para hoy, se estima una afectación de hasta 800 MW, lo que implicará cortes de energía significativos, nuevamente con mayor impacto en las provincias orientales.
Aunque el año comenzó con una ligera reducción de los apagones, como se reportó el 1 de enero, la situación se ha deteriorado rápidamente.
El déficit de generación eléctrica, una problemática crónica en Cuba, ha sido atribuido por el gobierno a la falta de combustible y al deterioro de las plantas generadoras. Sin embargo, recientes revelaciones sugieren que la verdadera causa radica en la ineficiencia del sistema y el mal manejo de recursos energéticos.
En 2024, la UNE enfrentó desafíos similares, con afectaciones superiores a los 650 MW en el cierre de diciembre, pero que se prolongaron durante semanas con valores superiores a los 1,200 MW.
La persistencia de los apagones afecta gravemente la calidad de vida de los cubanos, quienes enfrentan interrupciones constantes en servicios esenciales, además de un impacto negativo en la ya precaria actividad económica del país.
Aunque las autoridades han prometido medidas para mitigar la crisis, como la creación de parques fotovoltaicos, hasta ahora no han presentado soluciones concretas ni un cronograma de recuperación sostenible.
Con una previsión de afectaciones recurrentes para los próximos días, el panorama eléctrico en Cuba se presenta sombrío, reflejando la magnitud de una crisis que no muestra signos de solución a corto plazo.
Comentarios críticos y sarcásticos al post de la UNE
“Seguimos subiendo… El Presidente lo dijo desde el primer día: ‘SOMOS CONTINUIDAD Y VAMOS POR MÁS’, obviamente se refería a más apagones, inflación y desabastecimiento.”
“Como el centro y el oriente del país no existen, me tocará alquilar en ‘El Mirador de la Miseria’ en La Habana, donde nunca quitan la corriente.”
“Ahora resulta que en invierno, con frío, la demanda es mayor que en verano. ¡Inexplicable!”
“Sigo sin entender cómo con temperaturas más bajas, los días feriados y todo cerrado, la demanda aumenta.”
“¡Eso! Que bien, ya casi llegamos a la meta de los mil y pico de déficit. ¡Sigan así, campeones!”
“Vamos a hacer un esfuercito para mañana cumplir la meta de los 1000 MW. ¡Si se puede!”
“¿Por qué no desconectan ya a Oriente si somos el problema?”
“El déficit ya coge fuerza, dentro de unos días estaremos igual que antes, con nuestros perros apagones.”
“Más frío se traduce en más demanda según la UNE. Sorprendente la poca vergüenza que tienen para mentir.”
“¡Este año vamos por el récord de los 2000 MW de déficit! ¡Vamos por más!”
Estos comentarios reflejan el malestar generalizado y la ironía con la que los cubanos enfrentan la situación eléctrica del país.
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