El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (MINFAR) ha mantenido silencio sobre el trágico accidente ocurrido en la circunvalación oeste de Camagüey el pasado viernes, en el que colisionaron dos autobuses dejando un saldo preliminar de tres fallecidos y más de medio centenar de heridos, entre ellos soldados.
Según Miguel Arias Velázquez, delegado provincial del transporte en Camagüey, los ómnibus involucrados eran un Transmetro procedente de Santiago de Cuba, que transportaba pasajeros comunes, y otro que llevaba soldados de la Unidad Militar Central (UMC) n.º 4 de La Habana.
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Entrevistado por el Noticiero de la Televisión Cubana (NTV), el funcionario explicó que el accidente ocurrió cuando el ómnibus militar no respetó la señal de pare al incorporarse a la carretera central, invadiendo la vía del Transmetro y provocando la colisión, una presunta responsabilidad que también ha quedado oculta por el silencio del MINFAR.
Explosiones en almacén militar en Holguín: Otro caso de opacidad informativa
Días antes, en la madrugada del 7 de enero, se registraron explosiones en un almacén de armamento y municiones en la comunidad de Melones, municipio Rafael Freyre, Holguín.
El MINFAR informó que 13 personas están desaparecidas, entre ellas dos mayores, dos segundos suboficiales y nueve soldados, la mayoría jóvenes reclutas cumpliendo el Servicio Militar Obligatorio.
Familiares de los desaparecidos han expresado su desesperación y denuncian la falta de información y acciones de rescate por parte de las autoridades. Según testimonios, los reclutas manipulaban materiales peligrosos sin la preparación ni el equipo necesario, lo que podría haber contribuido a la tragedia.
Silencio del MINFAR y reacciones
En ambos casos, el MINFAR ha sido criticado por su falta de transparencia y comunicación. Tras las explosiones en Holguín, el ministerio emitió una escueta nota informativa y no ha proporcionado detalles sobre las labores de rescate ni el estado de los desaparecidos.
Este hermetismo ha generado indignación entre la población y los familiares de las víctimas, quienes exigen respuestas y acciones concretas.
La falta de información oficial y la percepción de negligencia en la gestión de estas crisis han aumentado la desconfianza de la ciudadanía hacia las autoridades. La población demanda mayor transparencia y responsabilidad en el manejo de situaciones que afectan la vida de los ciudadanos, especialmente cuando involucran a jóvenes en servicio militar.
Estos incidentes ponen de manifiesto la necesidad de una revisión profunda de los protocolos de seguridad y comunicación del MINFAR, así como una atención más efectiva a las demandas de información y justicia por parte de la sociedad cubana.
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