El popular humorista cubano Limay Blanco mostró una historia poco habitual en el ámbito de la ayuda humanitaria al que dedica su ministerio ‘Cristo cambia vidas’, cuando una madre necesitada recibió el auxilio de otra familia de bajos recursos.
En una reciente directa de Facebook, el actor subió a su auto a una madre cubana que le había pedido ayuda para dar de comer a sus hijos, y decidió llevarla a las casas de los donantes que se ofrecieron a darle algunos alimentos.
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Sin embargo, la sorpresa llegaría cuando el humorista fue a la dirección que le había dado una de las donantes y se encontró perdido en unos callejones de tierra en medio de un asentamiento nombrado ‘El Tamarindo’, donde se agrupaban un puñado de viviendas precarias que Limay definió como un “llega y pon”.
En una de las casas de tablas, con techo de planchas de metal y suelo parcialmente de tierra, el humorista encontró a otra de las donantes que, bajo el nombre de Irianis, los recibió en su humilde vivienda con una bolsa de alimentos para la madre necesitada.
Al comprobar las condiciones en las que vivía la donante, Limay quedó impresionado por la generosidad de las personas que viven en la pobreza y sin embargo tienen un gran sentido de la solidaridad y son capaces de compartir lo poco que tienen.
En la casa de Irianis no había refrigerador, así que una acción solidaria llevó a la otra, y Limay terminó pidiendo ayuda en su directa para comprarle uno a la mujer, cuya hija tenía a su vez tres niños pequeños entre los cinco y once años de edad.
Para ello, pidió a sus seguidores que donaran el dinero que pudiesen para comprar un refrigerador a la generosa familia, para lo cual dijo necesitaría recaudar unos 50,000 pesos, o unos 150 dólares y algo más para el transporte del electrodoméstico hasta el asentamiento de El Tamarindo.
A comienzos de año, Limay protagonizó un emotivo momento al entregar una nueva vivienda a una familia cubana, con el objetivo principal de mejorar la calidad de vida de una niña con discapacidad.
La entrega de la casa se realizó durante la tradicional cena de fin de año, un evento solidario que forma parte de las actividades filantrópicas que Blanco lidera a través de su proyecto solidario 'Cristo cambia vidas'.
“Aquí la entrega formal y la reacción de la familia de Emily, la casa # 44 que se entregó en la cena de fin de año para 270 personas necesitadas”, escribió el humorista junto a un video que captó el momento y publicó en sus redes sociales.
Características de un barrio “llega y pon”
'El Tamarindo', como la mayoría de los barrios de “llega y pon”, se define por la informalidad de sus construcciones y las condiciones adversas en las que sus habitantes deben vivir: las casas están hechas con materiales precarios y, en muchos casos, los baños son apenas espacios improvisados sin conexión a redes sanitarias.
Sin embargo, a pesar de las adversidades, los habitantes intentan mantener sus espacios limpios y organizados, reflejando una lucha diaria por sobrevivir en un lugar olvidado por las autoridades.
A medida que los “llega y pon"” proliferan en lugares como ‘El Tamarindo’, se hace evidente la falta de oportunidades y soluciones habitacionales para quienes migran dentro del país en busca de una vida mejor.
Estas comunidades improvisadas reflejan las desigualdades estructurales de Cuba, donde miles deben encontrar su refugio entre el fango y la precariedad, levantando sus hogares con lo poco que tienen a su alcance.
Uno de los grandes problemas que enfrentan estos asentamientos “llega y pon” es que el régimen, en vez de ofrecer condiciones de habitabilidad, realiza desalojos masivos.
En 2020, las autoridades de La Habana intentaron desalojar a los habitantes de un asentamiento ilegal construido en el municipio del Cotorro, sin tomar en cuenta los riesgos que implicaría echar a la calle a personas en plena pandemia de coronavirus, que en ese momento azotaba al país.
Similar situación ocurrió en 2021 cuando las autoridades cubanas desalojaron un asentamiento ilegal de más de 50 casas levantadas en el poblado Jamaica, ubicado en el municipio San José, en Mayabeque.
Todas esas acciones del régimen respondieron a una cruzada en contra de las construcciones ilegales en Cuba, más conocidos como llega y pon, orientada por el gobernante Miguel Díaz-Canel en 2020.
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