En una muestra flagrante de insensibilidad y desdén hacia el dolor nacional, Sandro Castro, nieto del dictador Fidel Castro, fue visto de juerga el pasado domingo, día en que Cuba observaba un Duelo Oficial en honor a los 13 militares fallecidos en Holguín.
Pasándose por el arco de triunfo las disposiciones del gobierno de Miguel Díaz-Canel, publicadas en Granma -órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC)-, el “sencillo joven revolucionario” volvió a demostrar su desprecio hacia los cubanos y su superioridad frente a los dirigentes de la “continuidad”.
Lo más leído hoy:
"Santiago Rivero Morales, alias Santy Ogbetua, presunto prófugo de la justicia estadounidense refugiado en Cuba, posa junto a Sandro Castro, nieto de Fidel Castro, y hasta promociona su bar. Esto ocurre mientras el país está de luto oficial por la muerte de 13 militares, 9 de ellos jóvenes del servicio militar obligatorio", denunció en sus redes sociales el periodista Mario Pentón.
A través de una transmisión en redes sociales, Sandro, acompañado de Santiago Rivero Morales, promocionó su establecimiento, el Bar EFE, e incitó a la celebración con frases como: "Hoy es domingo y hay que tomarnos un traguito, mi gente" (sic).
Este comportamiento contrasta drásticamente con el luto decretado por el gobierno cubano, que estableció que durante esa jornada la bandera nacional ondeara a media asta en señal de respeto por los tres militares y nueve jóvenes reclutas declarados fallecidos y cuyos cuerpos no pudieron ser recuperados.
La actitud de Castro no solo evidencia una falta de empatía hacia las familias de los fallecidos, sino que también refleja una preocupante impunidad y desvergüenza por parte de quienes ostentan privilegios en la isla.
Mientras el país entero rendía homenaje a los militares que perdieron la vida en el trágico incidente del 7 de enero, el nieto del dictador optaba por promover su negocio y festejar, ignorando el dolor colectivo, y las disposiciones del gobernante designado "a dedo" por su tío abuelo.
"Duele hondo", dijo Díaz-Canel al anunciar la muerte de los militares, pero Sandro invitó a tomarse un traguito, porque era domingo.
Este no es un hecho aislado en la conducta de Sandro Castro. En diciembre pasado, mantuvo una ostentosa fiesta de cumpleaños en su bar, a pesar de los apagones que afectaban a la población cubana.
Además, fue captado mientras era detenido por la policía en la Quinta Avenida de La Habana, evidenciando un patrón de comportamiento que ignora las dificultades y el sentir del pueblo cubano.
La desfachatez de Sandro Castro y su círculo cercano es una afrenta directa a la memoria de los jóvenes militares fallecidos y a sus familias, que aún esperan respuestas claras sobre las circunstancias del trágico accidente en Holguín.
No es la primera vez que Sandro sale de juerga con Rivero Morales, un santero cubano presuntamente involucrado en un tiroteo reportado en Miami en agosto de 2023.
En octubre de ese año, Rivero Morales celebró su cumpleaños en Cuba junto al nieto del dictador, quien lo consideró "un buen amigo" mientras lo abrazaba en una foto publicada en sus redes sociales.
La promoción de fiestas y negocios en medio del luto nacional es una muestra más de la desconexión entre la élite privilegiada y la realidad que enfrenta la mayoría de los cubanos.
Archivado en:
