Maraca, Pepitín, Fofi... los personajes que hacen artista a Leonardo Santiesteban

El comediante, que ha dado vida a personajes muy populares, habla con CiberCuba sobre el humor, su vida y las razones que lo llevaron a irse de Cuba.

Leonardo Santiesteban y su personaje Maraca © Cortesía a CiberCuba
Leonardo Santiesteban y su personaje Maraca Foto © Cortesía a CiberCuba

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Ha existido en Cuba una raza de humoristas diferentes y de los que quedan pocos, actores forjados en las tablas que han sacado la cabeza en un mundo televisivo, donde ya no hay programas para el humor y el entretenimiento.

Nuestro entrevistado ha tenido tantas personalidades como personajes. Ha sido un niño, Pepitín, intrépido y curioso; luego un señor mayor, Maraca, inspirado en su amigo Belisario a quien le debe un consejo… y es que el Holguín natal de Leonardo Santiesteban “le quedaba chiquito”.


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Más tarde llegó Fofi, maquillista de profesión y amanerado por convicción. Como lo de él es la sátira, imita fantásticamente a personajes complicados y expresidentes poco elocuentes, y me gusta mucho que le importe poco lo que diga la gente; me gusta además que en vez de llorar haga reír, pero hoy, ¡no nos dará risas sino confesiones!

Leo, ¿cómo fue tu infancia, a qué jugabas?

Mi infancia en Holguín fue de correr, tocar puertas a los vecinos, de jugar a escondidas y de disfrazarme de mujer para llamar la atención de los demás. Mi niñez fue pobre, pero en mí llegó hace 53 años el arte de hacer reír y, gracias a eso, cambio traumas por chistes de cualquier color.

¿Cómo saliste de Cuba, desde cuándo estás en Estados Unidos?

Me fui de Cuba por las mil razones que conoces, que todos conocemos. Yo era un cubano que vivía allí como cualquier otro cubano. Fue así que después de ir 83 veces a México a comprar ropa y otras cosas para poder subsistir en la isla, decidí salir por ahí mismo, dejando detrás a mi familia y a mi querido país, que va muriendo lentamente. Amo a mi país y ojalá un día pueda volver allá; a un país donde todos nos sintamos bien y podamos vivir como seres humanos.

Entré a esta gran nación por Texas, el 23 de noviembre de 2022.

¿Qué haces en la actualidad?

Trabajo en lo que me gusta y sé hacer. Estoy tranquilo y feliz. Entre otros trabajos, estoy contratado en Univista TV, en la serie “Los hijos de Putin”, haciendo de Raúl Castro. Además, participo en el humorístico “La Habana en Hialeah”, junto a Gelliset Valdés, Irela Bravo, Omar Franco y Yasbell Rodríguez.

¿Por qué en la serie “Los Hijos de Putin” dices la frase: “Te dejo que estoy apurado”, por qué el personaje de Raúl Castro?

En Cuba hacía bien bajito la voz de Raúl, pero al llegar aquí me consiguieron el vestuario y un buen maquillaje; ya caracterizado y pongo la voz donde quiero. Siempre decía como Raúl: “Los dejo que estoy apurado”. Así decía él. A Raúl no le gustaban los discursos; él es para una sola respuesta y así se va inmediatamente. Así lo he incorporado, y el personaje me ha dado resultado. El humor, la sátira, y más con ese tipo de personajes, generalmente son bien recibidos.

¿Cuál es el secreto, si lo hay, para que cada personaje sea tan diferente? ¿Cómo haces para salirte de uno y entrar en el otro tan fácilmente?

El secreto para que cada personaje sea diferente está en ser actor. No creo que nadie que no lo sea pueda lograrlo. Yo trato de hacerlo bien diferente para una mejor historia. Los uno para una promoción o solo un sketch humorístico. Cada uno de mis personajes son mi familia y así los cuido como gallina a sus pollitos. Ellos trabajan para mí y yo para ellos.

¿Por qué la decisión de irte del país y cuándo la haces realidad?

Llegó la hora de irme de Cuba cuando ya no vivía del humor, cuando tenía que comprar picadillo para revender a escondidas de la policía, cuando no podía regalarle a mi hijita ni un caramelo. Un día me dijo: “Papi, vete para que me mandes cositas”, y ¿sabes, Julita?, eso fue una orden. En ese instante entendí que era hora de partir, y lo hice sin despedirme físicamente de mi familia en Holguín.

Al dejar Cuba, ¿qué significó dejar allí a tu familia?

Al salir de Cuba dejé muchas cosas, dejé mi historia, dejé mis risas, pero también dejé mis lágrimas. Sí, porque los comediantes no lloramos delante de los demás, pero sí lo hacemos. Somos muy sensibles y la gran mayoría, buenas personas. Es un don o un combo de sentimientos… jajaja. De ahí viene: ¡somos artistas!

¿Qué piensas de la situación en general en que vive el pueblo de Cuba hoy?

Creo que Cuba necesita cambios, ¡muchos cambios! Pero para hacer un cambio tiene que ser de raíz; y para eso se necesitan muchos años porque llevamos muchos años con malas mañas o mentiras. Esas malas mañas y mentiras las traemos en la sangre. La generación de hace 40 años no tiene nada que ver con la actual y la política no quiere cambiar ni permiten que cambie. Es un país donde bailan con los ojos aguados en espera de poder partir como lo hicimos nosotros. Es, prácticamente, la única esperanza.

¿Crees que hay una cura para el mal que vive el pueblo de Cuba?

Cuba no tiene cura, tiene políticos sin necesidad de nada. Ellos están bien, todo lo contrario a quien en realidad trabaja.

¿Qué le dices al pueblo cubano, que por tener carencias ya no tiene ni un programa humorístico en la Televisión Nacional? ¿Y qué le desea Maraca, Pepitín, Fofi o, si prefieres, Leonardo Santiesteban?

En nombre de todos los comediantes y cubanos que salimos de Cuba les pedimos perdón porque sé que nos extrañan. Me lo dicen a diario en mis redes sociales y me da mucha pena de verdad. Les pido perdón, pero necesito que a la vez entiendan. Ya ellos vendrán atrás si Dios y los políticos lo permiten, aunque lo bueno sería que los que se marcharan fueran ellos, los dirigentes, los de las barrigas grandes y la tez sonrosada; ellos, los que no pasan trabajo y a los que no se les va la luz.

El humorista cubano colmó su felicidad cuando en diciembre último le dio la bienvenida a su hija, ya adolescente, en Miami, evento que fue celebrado por muchos de sus colegas, entre ellos Cuqui la Mora, Andy Vázquez, Yerlín Pérez y Gelliset Valdés.

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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos


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Julita Osendi

Graduada de Periodismo en la Universidad de La Habana 1977. Periodista, comentarista deportiva, locutora y realizadora de más de 80 documentales y reportajes especiales. Entre mis coberturas periodísticas más relevantes se hallan 6 Juegos Olímpicos, 6 Campeonatos Mundiales de Atletismo, 3 Clásicos

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