Más de 450,000 habitantes de la provincia de Artemisa llevan más de tres meses sin recibir sal a través de la canasta básica, según informaron las autoridades locales en el Noticiero Nacional de Televisión (NTV).
La escasez de este producto esencial se suma a la crisis de abastecimiento que golpea a la isla, afectando la distribución de otros productos básicos como arroz, azúcar y chícharos.
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El coordinador del Programa de Distribución de la Canasta Básica en Artemisa, Joan Molina Blanco, explicó que la provincia aún espera la entrada de 50 toneladas de productos para completar la distribución correspondiente a febrero. Sin embargo, confirmó que la entrega de sal no ha podido realizarse en lo que va de año, sin una fecha precisa para su restablecimiento.
“La sal sí se ha mantenido sin entrar durante el primer trimestre. Estamos en espera para poder distribuirla”, aseguró Molina Blanco durante la transmisión.
Un problema recurrente en Cuba
La escasez de sal no es un fenómeno aislado en la isla. En junio del año pasado, los cubanos ya enfrentaban dificultades para obtener este condimento debido a problemas de transporte y producción.
En La Habana, por ejemplo, el suministro estuvo interrumpido durante meses, lo que generó malestar en la población y obligó a muchos a recurrir al mercado informal para adquirirla a precios elevados.
Más recientemente, la crisis con la sal en la capital cubana se tornó aún más alarmante tras la noticia de la intoxicación de una familia tras utilizar "sal nitro" en la cocción de alimentos. Este producto químico utilizado en la industria cárnica para sustituir la sal de cocina es potencialmente peligroso.
Otras afectaciones en Artemisa
Durante la reunión informativa en Artemisa, también se abordó la escasez de agua en las comunidades más vulnerables y los esfuerzos para garantizar el acceso a este recurso. Además, se mencionaron las dificultades derivadas de la crisis electroenergética nacional, aunque se insistió en que el gobierno local trabaja para mitigar sus efectos en la población.
Por otro lado, Molina Blanco confirmó que sí se ha distribuido azúcar correspondiente a los meses de enero y febrero, y que ya han comenzado a recibirse los suministros para marzo. También se prevé la entrega de chícharos a razón de 10 onzas por persona durante tres meses consecutivos, como parte de los ajustes en la canasta básica.
A pesar de estas medidas, la incertidumbre persiste entre los artemiseños, quienes continúan a la espera de una solución para la falta de sal y otros productos esenciales. Mientras tanto, la crisis de abastecimiento sigue siendo una de las principales preocupaciones en toda Cuba, reflejando el agravamiento de la situación económica y social en la isla.
¿Por qué no hay sal en la isla de Cuba?
La falta de producción y distribución de sal en Cuba, a pesar de ser una isla con acceso a abundantes fuentes de agua salada, responde a una combinación de factores estructurales, económicos y administrativos. Algunas de las principales razones incluyen:
1. Deterioro de la infraestructura industrial
Cuba cuenta con varias salinas naturales y plantas procesadoras de sal, como las de Las Tunas, Guantánamo, Camagüey, Ciego de Ávila y Matanzas. Sin embargo, muchas de estas instalaciones han sufrido un grave deterioro debido a la falta de mantenimiento, inversión y modernización. Las maquinarias obsoletas y la escasez de repuestos han limitado la capacidad de producción y procesamiento de la sal.

2. Crisis energética y falta de combustible
La extracción y procesamiento de la sal requieren electricidad y combustible para operar los equipos de bombeo, evaporación y transporte. La crisis energética que afecta al país ha provocado interrupciones en la producción, retrasos en la distribución y encarecimiento del transporte. Muchas veces, aunque la sal esté disponible en los depósitos de producción, no llega a las provincias por falta de transporte.
3. Centralización y burocracia ineficiente
El monopolio estatal sobre la producción y distribución de bienes básicos, incluyendo la sal, ha generado una gestión ineficiente. Las decisiones administrativas tardías, la falta de planificación logística y la mala gestión de los recursos han provocado desabastecimiento incluso en productos que Cuba puede producir con facilidad.
4. Falta de insumos y tecnología
Para procesar la sal de manera adecuada se necesitan químicos para purificarla, maquinaria especializada y envases adecuados. La falta de acceso a estos insumos ha reducido la calidad y cantidad de producción. La industria salinera cubana depende en gran medida de importaciones para modernizarse, lo cual se ha vuelto cada vez más difícil en la actual crisis económica.
5. Prioridades del gobierno y exportación
En algunos momentos, Cuba ha priorizado la exportación de sal industrial para uso en otros países, dejando el consumo interno en segundo plano. También se han desviado recursos hacia otras áreas consideradas de mayor prioridad, lo que ha dejado a la industria salinera en una situación de abandono.
6. Corrupción y mercado negro
Como ocurre con muchos otros productos en Cuba, la sal también ha sido desviada al mercado negro para su venta a precios más altos. Esto agrava la escasez en las bodegas y aumenta la frustración de la población.
Conclusión
Cuba, a pesar de su acceso natural a fuentes de sal, sufre de una crisis en la producción y distribución debido a problemas estructurales, administrativos y económicos. La falta de inversión en infraestructura, la crisis energética, la burocracia ineficiente y el desvío de recursos han convertido un recurso básico en un artículo escaso para la población.
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