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La jefa de comunicación del gobernante cubano, Leticia Martínez Hernández, recibió una contundente respuesta pública de Manuel David Orrio del Rosario, exagente de la Seguridad del Estado, quien rebatió punto por punto sus argumentos en defensa de la dignidad nacional.
La réplica de Orrio, publicada en el portal de contenidos de la izquierda antisitema Kaosenlared, expuso datos que cuestionan la narrativa oficial de la “continuidad” que lidera Miguel Díaz-Canel, y apuntó a posibles rencillas dentro del régimen.
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En su artículo, Orrio desmontó cada uno de los puntos planteados por Martínez Hernández, quien había esgrimido los logros científicos, médicos y deportivos de Cuba para rebatir las preocupaciones expresadas previamente por el cantautor Silvio Rodríguez sobre la pérdida de la dignidad nacional.
El exagente -uno de los informantes del régimen cubano que delató las actividades de periodistas independientes y opositores que resultaron arrestados y condenados durante la llamada Primavera Negra- argumentó que la realidad cubana contradice la versión optimista del oficialismo, citando estadísticas que evidencian un deterioro en áreas clave como la salud, la educación y la economía.
Por ejemplo, destacó que la mortalidad infantil en Cuba pasó de 4.0 por cada 1,000 nacidos vivos en 2018 a 7.5 en 2023, lo que representa un retroceso en indicadores que fueron motivo de orgullo nacional. También subrayó que la inversión en educación entre 2009 y 2023 apenas representó el 1.72% del total de inversiones del país, cuestionando el estado actual del sistema educativo cubano.
Fragmentos del texto del 'Agente Miguel'
Orrio no solo expuso cifras que contradicen la versión del gobierno, sino que también criticó la actitud triunfalista de Martínez Hernández, señalando que muchos de los logros mencionados han sido opacados por la crisis económica, la corrupción y la falta de transparencia en la gestión estatal.
Al ejemplo de "dignidad nacional" citado por Martínez Hernández "cuando una niña necesita sangre por su leucemia y se moviliza una provincia", Orrio del Rosario lanzó un auténtico órdago al régimen, citando con nombres y apellidos a algunas de sus principales figuras, incluido su colega de la Seguridad del Estado y actual coordinador de los CDR, Gernardo Hernández Nordelo.
"Cómo está el cumplimiento en Cuba de lo prescrito por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es contar en los inventarios de sangre con un mínimo de una donación por cada 100 habitantes? ¿Cómo se comportan las donaciones de sangre voluntarias, tarea histórica de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR)?", preguntó el exagente a la jefa de prensa de Díaz-Canel.
"¿La prensa cubana lo informa, estimado Ricardo Ronquillo Bello, Presidente de la Unión de Periodistas de Cuba; lo reporta usted, Héroe de la República de Cuba, Gerardo Hernández Nordelo, miembro del Consejo de Estado de dicha república y Coordinador Nacional de los CDR? ¿Lo informa el ministro de Salud Pública Dr. Jose Angel Portal Miranda?", añadió.
Otro ejemplo. Leticia citó como ejemplo de "dignidad nacional" la agenda de trabajo de Díaz-Canel: "Cuando el presidente del país recorre en tres días seis u ocho municipios, se reúne con jóvenes, llega a La Habana y se cambia de ropa y va para el Habano porque hay una subasta que puede dar millones a Salud Pública".
Y Orrio del Rosario le contestó: "Ágil el Presidente, ¿a pie, o en helicóptero? Por si el Jefe de Estado no lo sabe, como parece tampoco sabe empuñar un habano, según las imágenes que circulan, muchos más millones a la salud pública darían una política de inversiones que dedique más del miserable 2,92%, -de un total de 216,045 millones entre el 2009 y el 2023-, destinado a salud y asistencia social, en ese período".
Además, en un tono desafiante, el exagente mencionó que, a diferencia de la funcionaria y del propio Díaz-Canel, él había enfrentado enemigos desde las sombras y recibido condecoraciones por su labor en la Seguridad del Estado, insinuando que su autoridad para hablar de dignidad nacional estaba mejor fundamentada.
"Tenemos mucho que arreglar, un mar, pero la dignidad nacional es otra cosa. Y si hoy estamos como estamos, con la soga al cuello y aún respirando (dignidad nacional también puede llamársele) es porque un día nos creímos eso de ‘la necedad de asumir al enemigo, la necedad de vivir sin tener precio’", concluyó Martínez Hernández su respuesta a Silvio, citando su canción "El Necio".
Y Orrio del Rosario rebatió: "¿Enemigos? Los enfrenté desde las sombras a lo largo de once años; he pagado y pago elevadísimos precios por haber defendido y defender a la Patria. Ni el Presidente, ni usted, pueden colgar a su pecho la Medalla al Valor de Primera Clase 'Eliseo Reyes', otorgada por el Consejo de Estado de la República de Cuba. Yo sí. Por tanto, me tomo la libertad de citarle un apotegma de quien fue mi mejor jefe en la Seguridad del Estado cubano: 'peor enemigo, fuego amigo'".
El origen de la polémica
Este cruce de declaraciones se originó tras una reflexión de Silvio en la que lamentaba la pérdida del sentido de dignidad nacional en Cuba, un comentario que fue ampliamente interpretado como una crítica indirecta a la fastuosa celebración del Festival del Habano en el Capitolio de La Habana.
El evento, que reunió a empresarios y figuras internacionales en medio de la severa crisis económica del país, generó indignación en amplios sectores de la población.
En respuesta, Martínez Hernández publicó en su perfil de Facebook un mensaje en el que defendía la dignidad nacional, resaltando los éxitos del sistema cubano en salud, educación y solidaridad internacional.
Además, justificó la realización del evento en el Capitolio, asegurando que este tipo de encuentros fortalecen la imagen del país y aportan beneficios económicos a sectores estratégicos como la salud pública.
Sin embargo, su respuesta provocó reacciones encontradas, siendo la más destacada la de Orrio del Rosario, quien la acusó de distorsionar la realidad y evadir los problemas estructurales del país.
Su artículo no solo refutó los puntos de Martínez Hernández, sino que también sugirió la existencia de tensiones internas dentro del gobierno cubano, insinuando que altos dirigentes son responsables del deterioro de indicadores clave.
Tensiones dentro del régimen
La dureza de la respuesta de Orrio ha llevado a especulaciones sobre posibles fracturas dentro de las estructuras del poder en Cuba.
Que un exagente de la Seguridad del Estado cuestione públicamente a una figura clave en la narrativa del poder del régimen sugiere que existen discrepancias entre sectores del oficialismo. Mientras que algunos intentan mantener una imagen de resistencia y éxito en medio de la crisis, otros parecen dispuestos a señalar los fracasos de la gestión gubernamental.
La intervención de Orrio también pone en evidencia que la censura y la disciplina interna dentro del régimen no son tan férreas como en el pasado, lo que podría ser indicativo de una creciente fragmentación dentro de la élite gobernante. Aunque el gobierno cubano ha intentado proyectar una imagen de cohesión, episodios como este revelan fisuras que podrían tener implicaciones políticas a largo plazo.
Por otra parte, la madre de Martínez Hernández, María del Carmen Hernández Carús, también intervino en la polémica defendiendo a su hija y rechazando los ataques en su contra, lo que evidencia que la controversia se sale del cauce de los círculos oficiales y mueve pasiones individuales en el ámbito de los poderosos del régimen y sus familiares.
La polémica sigue generando debate en redes sociales y medios de comunicación, con algunos interpretándola como un síntoma de la crisis interna del gobierno cubano y otros viéndola como una simple disputa de opiniones.
En cualquier caso, la reacción de Orrio expuso una fractura dentro del aparato comunicacional del régimen, poniendo en duda la cohesión de su narrativa oficial en un momento crítico para el país.
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