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La policía detuvo en Holguín a un cubano en poder de una carga de medicamentos de los controlados por las autoridades sanitarias del país por tener efectos similares a las drogas, los cuales serían destinados a la venta ilegal, según fuentes oficiales.
Sergio Suárez Fuentes fue interceptado por oficiales de policía en el reparto Sanfield, en la ciudad de Holguín, en posesión de fármacos regulados por la Resolución 25/2022 del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), como la amitriptilina, la trifluoperacina y el dimenhidrinato, de acuerdo con información publicada por la prensa provincial y perfiles oficialistas en redes.
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La cuenta de Facebook “Cazador-Cazado”, vinculada al Ministerio del Interior (Minint), dio el viernes la noticia sobre el arresto y advirtió que, ante la escasez de medicamentos en Cuba, “la manera de resolverlo no será jamás el invento, robo o desvío para llenar el bolsillo”.
“Las necesidades no pueden hacernos cómplices de lo mal hecho”, sentenció la publicación.
El periódico local ¡Ahora! también reseñó el hecho -aunque sin identificar al detenido-, como uno de varios casos de comercialización ilegal de medicamentos que tipifican como delito de tráfico de drogas, según el Código Penal cubano.
La mencionada resolución del MINSAP establece el control nacional y el procedimiento para la prescripción de cerca de 30 sustancias que son consideradas de efecto similar a las drogas.
La detención de Suárez ocurrió durante uno de los operativos de la semana pasada en la provincia de Holguín que forman parte de la ofensiva nacional antidrogas impulsada por el gobierno.
En las redadas policiales en la provincia oriental fueron arrestadas 69 personas y 16 están imputadas por tráfico de drogas. Otras 53 fueron advertidas oficialmente por la policía “dada su proclividad a la comisión de este tipo de hechos”, mientras que se aplicaron medidas preventivas a decenas de ciudadanos, según la información oficial.
En total, las autoridades “actuaron” contra 369 personas durante el “ejercicio para la prevención y enfrentamiento a las drogas”, que incluyó inspecciones a 13 farmacias, en varios municipios, donde se detectaron “irregularidades” y se impusieron medidas a 11 trabajadores.
Durante los operativos se ocuparon en total 19 envoltorios de marihuana, “el químico” y hachís, además de numerosos blísteres de medicamentos, entre ellos, varios controlados (amitriptilina, trifluoperazina, difenhidramina, etc.).
El régimen cubano ha intensificado su cruzada contra el tráfico de drogas en el país, un fenómeno que se ha incrementado en los últimos años hasta niveles sin precedentes, en la medida en que se ha agravado la crisis económica y social en el país.
Los órganos de Justicia han endurecido las sanciones por tráfico de drogas con condenas de hasta 30 años, cadena perpetua o pena de muerte.
En febrero pasado, la Policía desmanteló en una casa en Manzanillo, provincia de Granma, un almacén ilegal de medicamentos donde se comercializaban fármacos de origen cubano sin la documentación legal correspondiente. En el allanamiento fue detenido el ciudadano cubano Kleisy Suárez.
La desabastecimiento de medicamentos en Cuba es uno de los problemas más graves que enfrenta la población, y afecta tanto a enfermos crónicos como a quienes requieren tratamientos urgentes. Ello ha llevado a numerosos pacientes a recurrir a alternativas informales -el mercado negro, donaciones del exterior o intercambios con otras personas-, para obtener fármacos esenciales como antibióticos, analgésicos y otros para enfermedades crónicas, debido a que el Estado no cubre la demanda de medicinas.
En diciembre, el gobierno reconoció que estaban en falta más del 70 % de los fármacos esenciales. De los 651 productos que conforman el Cuadro Básico de Medicamentos, 461 se encontraban en ese momento en falta total o en baja cobertura, según información oficial.
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