Los reguetoneros Yomil y Yulién Oviedo participaron recientemente en un evento organizado por el régimen cubano, en otro intento de la dictadura por abordar el fenómeno del género urbano en Cuba.
El taller, convocado por el Instituto Cubano de la Música, contó con la presencia de artistas, musicólogos y directivos culturales, así como figuras políticas clave como la viceprimera ministra Inés María Chapman y el ministro de Cultura Alpidio Alonso Grau.
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Al gobierno le interesa ahora debatir sobre el impacto de la música urbana en la sociedad, ya que el género ha ganado terreno especialmente entre los nuevas jóvenes. En medio del intercambio, Yomil y Yulién fueron vistos como dos de los grandes "nombres" del evento, aunque su participación generó dudas y críticas.
A pesar de ser conocidos por sus denuncias sobre la censura y las limitaciones del régimen, especialmente Yomil, quien ha señalado abiertamente vivir bajo una dictadura, ambos artistas se prestaron a ser parte de una charla promovida por el mismo sistema que tanto critican.
El silencio en sus redes sociales tras el evento y la ausencia de detalles sobre lo que dijeron durante el taller alimenta las especulaciones sobre su compromiso real con las causas que alguna vez defendieron.
El encuentro, que se presentó como un espacio de diálogo, parece más un intento del gobierno de subordinar el género urbano a sus intereses, incorporándolo en su narrativa oficialista.
Tal como ya se ha visto con otros fenómenos culturales, el régimen busca canalizar la popularidad del reguetón sin abordar los problemas estructurales que han dado lugar a su auge: una crisis económica, educativa y social que empuja a muchos jóvenes a recurrir a esta forma de expresión como respuesta a la falta de alternativas.
El hecho de que una figura como Yomil participe en este tipo de eventos cuestiona la autenticidad de su postura frente a la dictadura.
Mientras tanto, la televisión estatal cubana no dejó claro el contenido real de las intervenciones de los artistas, dejando en el aire si realmente se discutieron cuestiones de fondo o si simplemente se trató de un show para distraer a la opinión pública de los problemas más graves del país.
En marzo, el programa oficialista Mesa Redonda dedicó una emisión al impacto del reparto en la sociedad cubana, sus implicaciones culturales, sociales y políticas, y su creciente influencia en el gusto popular.
Luis Emilio Aybar, director del Instituto Cubano de Investigación Cultural "Juan Marinello", aseguró que el reparto tiene una fuerza social significativa, e insistió en que la postura del Ministerio de Cultura no es “ni demonizarlo ni ensalzarlo de forma acrítica”.
La postura oficialista de tratar de equilibrar el fenómeno del "reparto" (el auge del reguetón y otros géneros urbanos) sin condenarlo completamente refleja la contradicción inherente al régimen.
Mientras intentan controlar todo, desde la música hasta las expresiones culturales, los valores promovidos por estos géneros, como la vulgaridad y el machismo, chocan directamente con los principios que el Estado dice defender.
"El reguetón y el reparto son el resultado de la formación revolucionaria: Chabacanería, vulgaridad, machismo y muchas cosas más. Son los hombres del futuro que una vez llamaron 'el hombre nuevo'", comentó un internauta.
La manipulación de la cultura popular en Cuba por parte del gobierno parece no tener límites.
Su enfoque sobre el género urbano y su integración forzada en los espacios oficiales del país es una muestra más de cómo la dictadura intenta controlar hasta los últimos rincones de la vida cultural y social del pueblo cubano.
Preguntas frecuentes sobre la participación de Yomil y Yulién Oviedo en el debate sobre género urbano en Cuba
¿Por qué Yomil y Yulién Oviedo participaron en el debate sobre género urbano en Cuba?
Yomil y Yulién Oviedo participaron en un evento organizado por el régimen cubano para debatir sobre el impacto de la música urbana en la sociedad. A pesar de sus críticas anteriores hacia el gobierno, decidieron ser parte del taller convocado por el Instituto Cubano de la Música, lo que generó especulaciones sobre su compromiso real con las causas que antes defendían. Su participación en el evento fue vista como un intento del gobierno de integrar el género urbano en su narrativa oficialista.
¿Qué busca el gobierno cubano al debatir sobre el género urbano?
El gobierno cubano busca abordar el impacto y la creciente popularidad del género urbano, especialmente entre los jóvenes. Parece ser un intento de controlar y subordinar el género a sus intereses, integrándolo en su narrativa oficialista sin resolver los problemas estructurales que han impulsado su auge. Esto refleja una contradicción, ya que el régimen intenta capitalizar la popularidad del reguetón mientras choca con los valores que promueve.
¿Cómo ha sido la reacción de la población ante la postura del gobierno sobre la música urbana?
La reacción de la población ha sido variada, con escepticismo y críticas hacia el intento del régimen de controlar la música urbana. Muchos ven este enfoque como una distracción de los problemas más serios del país, como la crisis económica y social. Además, las declaraciones de funcionarios sobre el "Reparto" como un acto político han generado debates en redes sociales, donde se percibe como un intento de apropiación simbólica en lugar de un reconocimiento genuino.
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