La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó este lunes al presidente Donald Trump a utilizar una antigua ley de tiempos de guerra para acelerar deportaciones, marcando una victoria clave para su agenda migratoria y encendiendo alarmas entre defensores de derechos civiles.
Con una votación ajustada de 5-4, el máximo tribunal dio luz verde a la aplicación de la Ley de Enemigos Extranjeros, una norma del siglo XVIII, para expulsar a cientos de inmigrantes.
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Trump ya había invocado esa ley para deportar a ciudadanos venezolanos acusados de pertenecer al grupo criminal Tren de Aragua, a pesar de que un juez federal había bloqueado la medida semanas atrás.
El fallo permite al gobierno aplicar esta ley con el objetivo de ejecutar deportaciones de forma rápida, pero la Corte aclaró que los afectados deben ser informados de que están siendo procesados bajo esta legislación excepcional.
Además, los migrantes deben contar con un “tiempo razonable” para impugnar la orden de expulsión en tribunales. Se les debe permitir a los abogados solicitar efectivamente el habeas corpus antes de que sus clientes sean deportados.
El caso surgió luego de que el juez James Boasberg suspendiera temporalmente las deportaciones tras cuestionar la legalidad de aplicar esta medida contra personas no acusadas formalmente de delitos. Una corte de apelaciones mantuvo el bloqueo a la ley, pero el equipo de Trump elevó la disputa al máximo tribunal, que terminó fallando a su favor.
Este lunes la Fiscal General Pamela Bondi aseguró que se trata de "una victoria histórica para el Estado de derecho. Un juez activista en Washington, D.C., no tiene jurisdicción para tomar el control de la autoridad del presidente Trump para dirigir la política exterior y garantizar la seguridad del pueblo estadounidense".
Los jueces conservadores insistieron en que las apelaciones debieron presentarse en Texas, donde los migrantes estaban detenidos, y no en Washington DC. En su voto disidente, la jueza Sonia Sotomayor criticó duramente el fallo, señalando que la administración buscó evitar el escrutinio judicial y que se dificulta la defensa legal de los inmigrantes.
Trump celebró el fallo en su red Truth Social, calificándolo como “un gran día para la justicia en Estados Unidos” y asegurando que el dictamen le permite “proteger a las familias y asegurar las fronteras”.
El caso demuestra la creciente tensión entre el Ejecutivo y el Poder Judicial, y pone sobre la mesa el debate sobre el uso de leyes históricas en Estados Unidos, en el contexto migratorio actual.
Preguntas frecuentes sobre el fallo de la Corte Suprema y las deportaciones bajo la Ley de Enemigos Extranjeros
¿Qué implica el fallo de la Corte Suprema sobre la Ley de Enemigos Extranjeros?
El fallo de la Corte Suprema permite al presidente Trump utilizar la Ley de Enemigos Extranjeros para deportar a inmigrantes de manera acelerada. Esta ley, de tiempos de guerra, le otorga amplios poderes para expulsar a no ciudadanos considerados una amenaza para Estados Unidos, aunque en circunstancias normales no se usaría para temas migratorios.
¿Cómo afecta a los inmigrantes el uso de esta ley para deportaciones?
Los inmigrantes procesados bajo la Ley de Enemigos Extranjeros pueden enfrentar deportaciones rápidas, con menos protecciones legales que en procesos de inmigración habituales. Aunque deben ser informados y tienen un "tiempo razonable" para impugnar la orden, el proceso es más restrictivo, y se les permite presentar un habeas corpus antes de ser expulsados.
¿Por qué se ha invocado la Ley de Enemigos Extranjeros en este contexto?
Trump ha invocado la Ley de Enemigos Extranjeros para acelerar las deportaciones como parte de su estrategia para reforzar la seguridad nacional y enfrentar grupos criminales como el Tren de Aragua. El presidente argumenta que esta medida le permite actuar rápidamente contra amenazas a la seguridad sin el prolongado proceso judicial típico.
¿Qué críticas ha recibido el fallo de la Corte Suprema sobre esta ley?
El fallo ha sido criticado por defensores de derechos civiles, quienes sostienen que aplicar una ley de tiempos de guerra a inmigrantes no acusados formalmente de delitos es un abuso de autoridad. Además, la jueza Sonia Sotomayor expresó que el fallo evita el escrutinio judicial y dificulta la defensa legal de los inmigrantes.
¿Qué impacto tiene este fallo en las relaciones entre EE.UU. y otros países?
El fallo podría tensar las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y países de origen de los deportados, como Venezuela. La administración Trump ha advertido con sanciones a países que se nieguen a recibir a sus ciudadanos deportados, lo que puede complicar las relaciones internacionales.
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