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El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) informó este lunes el envío de un donativo de recursos básicos a Cuba para apoyar la respuesta temprana ante el inminente azote del huracán Melissa en las provincias orientales del país.
Según la organización en Facebook, el apoyo incluye materiales y equipos esenciales destinados a mitigar los daños en viviendas y servicios básicos tras el paso del ciclón tropical.
Entre los recursos enviados se encuentran:
4,000 lonas para cobertura temporal de techos.
7 generadores eléctricos.
6 motosierras.
259 kits de herramientas especializadas y básicas para la reparación de cubiertas.
2,000 colchones unipersonales.
Análisis y movilización de recursos adicionales según evolucionen las condiciones en las zonas afectadas.
El PNUD explicó que estos insumos forman parte de su estrategia de preparación y respuesta rápida ante desastres naturales, y que se mantienen preposicionados en puntos estratégicos del país para facilitar una distribución inmediata en caso de afectaciones.
Estas acciones se realizan con el apoyo del Fondo Central de Emergencia de Naciones Unidas (CERF) y como parte del Sistema de Naciones Unidas en Cuba, que coordina esfuerzos junto a las autoridades nacionales y la Defensa Civil para enfrentar el impacto del fenómeno meteorológico.
“El objetivo es respaldar los esfuerzos nacionales de recuperación temprana y reducir el sufrimiento de las familias afectadas”, indicó el organismo en su comunicado.
El paso de Melissa
Melissa continúa su avance hacia el oriente de Cuba como un poderoso sistema de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, con vientos sostenidos de 270 kilómetros por hora y rachas superiores, lo que lo coloca entre los ciclones más intensos que han amenazado a la isla en más de cien años.
De mantener su fuerza actual hasta tocar tierra, Melissa podría igualar o incluso superar a los huracanes más potentes de la historia de Cuba, como el de 1924 y el de 1932, ambos de categoría 5 y considerados los más devastadores en los registros meteorológicos del país.
El huracán de 1924 impactó el occidente con vientos estimados en 265 km/h, mientras que el de 1932 azotó la región central con más de 240 km/h y dejó miles de víctimas.
En contraste con esos eventos históricos, Melissa se dirige hacia el oriente cubano, una zona que no ha enfrentado un impacto directo de tal magnitud y que cuenta con una infraestructura más frágil y servicios básicos ya deteriorados. Expertos advierten que la combinación de vientos extremos, marejadas ciclónicas y lluvias torrenciales podría provocar daños catastróficos en provincias como Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Granma, Las Tunas y Camagüey.
Según datos históricos, los ciclones más destructivos registrados en Cuba incluyen además al huracán Michelle (2001), que llegó como categoría 4 con vientos de 225 km/h; el huracán Ivan (2004), que rozó el occidente con categoría 5; y el huracán Flora (1963), cuya lluvia prolongada provocó más de 1,000 muertes, aunque con menor intensidad de vientos.
Melissa, en cambio, combina todos los elementos de un huracán extremo: vientos sostenidos superiores a 250 km/h, una presión central por debajo de 910 hectopascales y un movimiento lento que incrementa el riesgo de inundaciones y deslizamientos de tierra. Su comportamiento ha sido descrito por meteorólogos como una “intensificación explosiva” que podría convertirlo en uno de los sistemas tropicales más violentos en la historia reciente del Caribe.
De confirmarse su impacto directo sobre el territorio cubano con su actual intensidad, Melissa sería el huracán más poderoso que haya tocado la isla desde que existen registros confiables. Las autoridades de la Defensa Civil mantienen la Fase de Alarma Ciclónica en seis provincias orientales, mientras brigadas de rescate y técnicos eléctricos se preparan para actuar una vez pasen los efectos del fenómeno.
El país enfrenta este nuevo desafío en medio de un contexto complejo: apagones generalizados, escasez de recursos y una red de comunicaciones limitada que podría complicar la respuesta ante una emergencia de gran magnitud. Los pronósticos indican que el ojo de Melissa podría acercarse al litoral sur oriental entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, con un potencial destructivo que podría marcar un antes y un después en la memoria meteorológica de Cuba.
Preguntas frecuentes sobre el impacto del huracán Melissa en Cuba
¿Qué medidas ha tomado la ONU para ayudar a Cuba frente al huracán Melissa?
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha enviado un donativo a Cuba que incluye lonas, generadores eléctricos, motosierras, kits de herramientas y colchones para apoyar la respuesta temprana ante el azote del huracán Melissa en las provincias orientales.
¿Cuál es la situación actual del huracán Melissa y su impacto esperado en Cuba?
Melissa es un huracán de categoría 5 con vientos sostenidos de 270 km/h y se espera que impacte el oriente de Cuba. Esto podría provocar daños catastróficos en infraestructuras frágiles debido a vientos extremos, marejadas ciclónicas y lluvias torrenciales.
¿Cómo están afectando los apagones a la preparación de Cuba ante el huracán Melissa?
Los prolongados apagones dificultan la preparación ante el huracán Melissa, impidiendo la comunicación y el acceso a información crucial. Esto agrava la situación en un momento crítico en el que se necesita estar informado y preparado para el impacto del ciclón.
¿Qué dice el gobierno cubano sobre la respuesta al huracán Melissa?
El presidente Miguel Díaz-Canel ha defendido la capacidad del gobierno de Cuba para organizar y responder a la crisis, afirmando que "la Revolución no deja a nadie atrás", aunque esto contrasta con la realidad de escasez de recursos y servicios básicos en el país.
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