El actor norteamericano se encuentra en La Habana grabando escenas para la octava parte de la saga Rápido y Furioso y estuvo invitado al desfile de Chanel en el Paseo del Prado.
Desde allí y en un digamos que aceptable español, envió un mensaje a los cubanos y al mundo.
"Cuando yo estuve aquí en Cuba hace casi 17 años atrás, prometí traer a Hollywood y ahora te traigo la película más grandes del mundo. Acuérdate, un padrino siempre hace lo que promete".
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