Sorprenderme por estos días, con el fabuloso Ave María*, de Giulianno Cianni, en la voz, asombrosamente angelical, de Tom Cully, junto al coro Libera - es uno de los últimos descubrimientos artísticos palpitantes de estas horas ya vividas.
*Disponible en YouTube. ¡Qué maravilla Internet! Cuesta segundos encontrar una información cultural. Y eso, en Cuba, podía tomarme siglos. Tan mala no es como la pinta el Gobierno.
Así como lo fue asistir al Miami Photo Fest, auspiciado por la Florida Photographic Foundation, para apreciar los innovadores trabajos de talentosos fotógrafos emergentes junto a la obra de consagrados artistas, tales como: Antoine D´Agata, Andy Summers - que es uno de los guitarristas de la gloriosa banda inglesa Police -, Ralph Gibson, Elliot Erwitt, Mathieu Bitton - con instantáneas sobre el célebre músico Lenny Kravitz - Bruce Gilden, Roger Ballen, Aristotle Roufanis, Kerry Payne Stailey, Maggie Steber, María Daniel Balcazar, Ole Marius Joergensen y una serie de miradas femeninas tras la cámara, como la de Carmen de Vos, Jacqueline Roberts, Susan de Witt, Elisabeth Sunday, Anne Silver, Maggie Steber y Sarah Hadley; fue como darse un baño de imágenes tan necesario, e imprescindible, para educar, moldear y conformar nuestras actuales o futuras visiones.
Y como “no hay peor enfermo que el que no se quiere curar” he seguido alimentando la obsesión por ver cuanta película interesante se me atraviese ante los ojos.
Así me estudio, me entreno y os puedo recomendar:
Ben is back, escrita y dirigida por Peter Hedges, el mismo que sorprendiera, en el ya lejano 1993, con What's eating Gilbert Grape? En esta ocasión con Julia Roberts y su ya probado talentosísimo hijo: Lucas Hedges. Es Navidad. Un joven exdrogadicto regresa a casa sorpresivamente. A partir de ahí se desencadenan una serie de acontecimientos, durante todo un día con su madrugada incluida, que muestran el sacrificio de una madre, dispuesta a todo con tal de salvar a su hijo. No soy fan empedernido de la Roberts, pero creo que aquí enseña uno de sus más sólidos trabajos*. La acción no cesa desde el primer instante. Está muy buena, de verdad. ¡No se la pierdan!
*Quizá por eso, al ni siquiera estar nominada, le ofrecieron la entrega del premio más importante de la Academia este año.
Kinky boots o Botas perversas, del alejado 2005, pero que era como una asignatura pendiente, al saldar una “laguna cultural”, o “matar un enano”, desde que pude disfrutar, en Broadway, del ingenioso musical, escrito por el simpar Harvey Fierstein - que no Weinstein, por dios, el perverso productor - y con música de Cindy Lauper. ¡Al fin la encontré! Después de haberla estado buscando tanto tiempo. Es una comedia inglesa muy divertida. El paraíso para los amantes del calzado. Dirigida por Julián Jarrold, es una bella historia donde un joven tiene que asumir con iniciativa el negocio de zapatos, que le es legado con la muerte de su padre. Con Joel Edgerton y un extraordinario, imperdible, chistoso y sorprendente - mucho más para la época del estreno, imagino, pues, después, ha dado más que sobradas pruebas de su formidable talento - Chiwetel Eijofor, como un drag queen, exboxeador, llamado Lola *. Portentoso intérprete que parece, en esta entrega, ser como una copia de la también soberbia actriz Viola Davis, pero en versión loca de carroza. Comedia divina que confirma esa máxima popular que, alguna vez, escuché: “Hay que ser muy hombre, para ser maricón”. The sex in on the heil o el sexo está en tacón de aguja. Desprejuicio y modernidad. Atrévete a cambiar la forma en que piensas sobre alguien. Sus 120 minutos se van volando. Dedicada a los trabajadores de la real fábrica en la que se basa la trama.
* Verlo cantar “What Lola want, Lola get” es una delicia imborrable.
Free solo, el documental de National Geographic que obtuvo el premio Oscar este año, dirigido por Elizabeth Chai Vasarhely & Jimmy Chin. Planos alucinantes desde el mismo inicio. La odisea de un escalador en Yosemite. El empeño de un hombre solitario por conquistar la naturaleza y trepar la difícil montaña conocida con el nombre de El Capitán. Para mí - que padezco de vértigo, entre otros males del montón -fue casi una tortura el poder disfrutar de ese riesgo a tanta altura. Pero, los encuadres, desplazamientos y angulaciones de cámara son novedosos, arriesgados y únicos, en tanto, también, lo son los paisajes que muestra. Flor de propuesta, empero un sacrificio estoico su total goce, pues uno está pendiente siempre, o al hilo, de que el dichoso chiquillo se vaya a caer y despatarrar frente a nuestros ojos. El fabuloso panorama es encarado por el riesgo de un personaje y su equipo de realización. Time lapses. Los múltiples intentos por granjearse una obsesión y palpar la cima de un sueño. “Si la montaña no viene a Mahoma…” El guerrero Alex Honnol, escala tres mil pies de altura, sin cuerdas, ni protección alguna, para convertirse en el primero en el mundo en lograr tamaña hazaña. La tensión es creciente, constante y latente.
Neruda. De Pablo Larraín. A finales de los años cuarenta, el célebre poeta comunista y senador chileno, comienza a ser perseguido por el gobierno de González Videla y debe pasar a la clandestinidad. Esta es la historia de un fuerte operativo policial desatado por su captura, mientras terminaba su afamado poema Canto general. Contada desde la subjetividad del perseguidor. Con Gael García Bernal, Alfredo Castro y en el papel del egregio premio Nobel de Literatura: Luis Gnieco. Puede comprobarse la presencia de campos de concentración, establecidos en ese país sureño, mucho antes que la dictadura de Pinochet, quién era jefe de esos despreciables sitios de horror, antes de convertir, a todo su país, en uno de los horrores más execrables de la humanidad*. Emplea en su edición - concebida desde el mismo guión - cortes muy interesantes, colocando una misma conversación en locaciones y encuadres diferentes. De lo cual resulta una bellísima secuencia, donde los versos del bardo enardecido, se divulgan y propagan por los lectores de todo su pueblo. Sin embargo, la dirección de arte se resiente un poco y como que se le notan las costuras. Lo que hace resentir un poco la labor del formidable actor mexicano, en un papel que parece no acomodarle por completo. De todas maneras, se agradece, en extremo, como un digno acercamiento por saber de días pocos conocidos en la vida del ilustre escritor. Hay un constante juego con el cine negro, aquí un poco más literario. De ahí el abuso de escenas de interiores en carros con el uso del back projection, algo típico de las películas de ese género. Y la voz en off - que sustenta prácticamente todo el relato - resulta demasiado retórica e intelectual para un personaje de esa calaña que, incluso, es descrito por otro, como un bruto, por muy admirador de las letras que éste haya podido haber sido. De ahí que el texto concebido por el prodigioso dramaturgo Guillermo Calderón, en mí modesto entender, se debilita, a pesar de la fuerza de sus palabras. Aunque sí sirve para el despliegue del talento de formidables actrices y actores, en su mayoría, chilenos.
*¡De casa, ni hablemos!
Le retour du héros o Seductora a la francesa* es una deliciosa comedia francesa dirigida por Laurent Tirard, con las actuaciones de Jean Dujardín - el mismo de El artista- la espléndida Melanie Laurent, Noémi Merlant y el antológico Fedor Atkine, aquel de Tacones lejanos, de Pedro Almodóvar. Ubicada en los tiempos de la guerra austrohúngara cuenta las peripecias de un desertor que se hace pasar por un valiente campeón, provocando situaciones muy jocosas a su alrededor. Dujardín vuelve a demostrar que tiene madera de sobra para la comedia elegante. Otra vez la alteración de la realidad, a través de sustituciones de cartas para mantener vivas esperanzas de vida y amor. De nuevo tuve la referencia obligada a ese maravilloso cuento de Julio Cortázar, titulado La salud de los enfermos y la suplantación de roles en aras de mantener fogosa una fantasía. Fake news a inicios del siglo XX y sin tecnología digital. Escritas a puño y letra. "Somos lo que creen de nosotros" es, en muy buena medida, la máxima del personaje principal, que deviene en una suerte de Tartufo de Moliere. La creación artística, no sólo adornando, sino guiando y conformando la existencia, con picaresca e ingenio. Divertida. Una muy buena opción para una aburrida, o depresiva, tarde de domingo.
*¡Qué chea traducción cuando lo lógico es El retorno del héroe, por dios!
Petra. Una coproducción franco-danesa-española escrita y dirigida Jaime Rosales*. Con Barbara Lennie, Alex Brendemühl, Joan Botey y la inigualable Marisa Paredes. Dividida en capítulos concienzudamente organizados, aunque no distribuidos cronológicamente. Lo cual demanda la participación de un espectador más activo, despierto o consciente y donde los espacios vacíos - una constante en el discurso de este sensible creador - adquieren especiales significados. Drama en el que los actores se despliegan con una naturalidad pasmosa, coreografiados con interesantes y pausados movimientos de cámara, encuadres dentro de encuadres, planos novedosos, preclaros emplazamientos. Como si las cosas nos escucharan, el relato se va armando, a medida que los secretos se revelan. Y debemos recomponerlos, así como trasladar nuestros sentimientos con consistencia, profundidad y cierta precisión. ¿Hasta dónde va la obra de un artista en consonancia con su vida personal? Una joya contemporánea de la cinematografía española. Altamente recomendable.
*Graduado ilustre de la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV), en San Antonio de los Baños, de la cual también egresé en su primera generación.
Firts reformed, de Paul Schrader. Con las actuaciones, entre otros, de Ethan Hawke, Amanda Seyfried y Cedric Kyle. Un cura cuenta, en un diario, sus impresiones sobre un aborto. Creencia versus ciencia. Reflexiones filmadas de manera muy simple, sin grandes despliegues visuales. Como para adentrarse, un poco más, en la psicología de los personajes. Película un poco rara y difícil de digerir para un gran público, entre el que debo encontrarme, porque me aburrió. Y bastante. Sólo en los 20 minutos finales vino a “coger un poco de forma” aquello, o me interesó un poco más. Quizá, no estaba pa' eso, ¿quién sabe? No puedo afirmar que sea mala por respeto a todo creador, pero si afirmar que no me gustó. Saque usted sus propias conclusiones.
Say her name: the life and death of Sandra Bland. Documental producido por HBO y dirigido por Kate Davis y David Hellbroner. Ser negro en cualquier parte del mundo sigue siendo muy duro, especialmente en Estados Unidos. En el 2015, una mujer afroamericana, defensora pública de sus derechos, a través de las redes sociales, es detenida por una insignificante infracción de tráfico que desencadena en su muerte, estando detenida en prisión. La investigación arroja irregularidades con la justicia en Houston, Texas que develan el racismo imperante en esta sociedad. Excelente propuesta para despertar conciencias.
Period end of sentence, un cortico, muy cortico, aunque poderoso y urgente en su mensaje. Está en Netflix. Las mujeres indias luchan contra el estigma que rodea a la menstruación y comienzan a fabricar almohadillas sanitarias. No sé ni por qué coño vi esto si yo no he tenido menstruación jamás en mi vida, pero me resultó muy interesante y, sobre todo, recomendable.
Rojo, una película argentina con guión y dirección de Benjamín Naishtat. Con las actuaciones de Darío Grandinetti, Andrea Frigerio* - a quien pude conocer personalmente y es un sol de persona - y el chileno Alfredo Castro, entre otros. Una acendrada reconstrucción de época hasta en la tonalidad del filme. Detallista, intrigante. El poder en el uso del sonido hace a una película aún más interesante. Atmósfera cargada con un ritmo que se resiente, por momentos, en esta tercera película de un director, parece, más bien, la propuesta, un poco perdida, de un confundido principiante. No es fácil de digerir. O ha de ser que mi espíritu no estaba en consonancia con la entrega. Puede, incluso, llegar a aburrir. Pero, soy disciplinado. E intento, siempre, terminar lo que inicio, a no ser que atente contra mis principios o salud. Lo mejor del filme, para mí, es que se acaba. Desde su escritura la trama resulta enigmática. Quizá por demasiado experimental, es que le cuesta avanzar. Me costó un huevo llegar al final. Para no sacar mucho como resultado. Pero, ya sabemos que en arte “a cada cual según su capacidad y de cada cual según su experiencia”. Alguien dijo, también, algo parecido a “la belleza está en el ojo en que descansa”, en la vista que la aloja. Nunca vi actores tan talentosos proceder de manera tan antinatural. Valores guarda, sin dudas. No todo es debacle, que si no, hubiese abandonado antes y ni siquiera la habría contemplado en mis reseñas. Hay escenas memorables, como la del intento de iniciación sexual de los jóvenes. Y durante casi todo el filme, se escuchan temas musicales que marcaron la década del setenta. Al terminar, uno tararea evocando ese tema en la voz de Jairo** que tanto escuchamos a través del viejo espacio radial Nocturno en Cuba y que reza: “Para cruzar sin temor, el valle y el volcán, somos dos, somos dos, enamorándonos, viviendo sin después, sin adiós, ni olvidoooooooo” Igual, no me haga, usted, mucho caso. Las películas se hacen en el espectador que las sepa disfrutar. Véala y saque sus propias conclusiones.
*A quien pude conocer personalmente, cuando viví en Buenos Aires y es un sol talentoso de persona.
**Tuve la dicha, también, de conocerlo en persona, durante un programa de televisión que compartimos juntos en París. Yo hacía la promoción de nuestra película Viva Cuba y él, creo, de un disco o un libro. Un tipazo, muy buena persona.
It's a hard truth, aint it? o Es una dura verdad ¿no? Excelente documental de HBO con una fuerte carga de animación, realizado entre trece realizadores, presidiarios, encarcelados en una prisión de máxima seguridad, que aprenden, en un taller, cómo hacer una película sobre sus vidas. Y en donde cada uno cuenta su delito, su carga, su condena en el alma y su sentencia final. Los presos emocionados intercambian sueños, esperanzas, pesares, dolores comunes y hasta pequeñas alegrías de su existencia cotidiana entre las rejas. La propuesta se va armando poco a poco con sus muy personales vivencias. La fabulosa idea no es nueva. La realizadora francesa Florence Jaugey hizo algo parecido, en Nicaragua, con muy buenos resultados hace algunos unos años. Se agradece apreciarlo.
Tu hijo, de Miguel Ángel Rivas. Con la actuación del siempre admirable José Coronado, entre otros que conozco menos. Un cirujano se enfrenta al coma de su único hijo, luego de que este recibe una brutal paliza. Comienza a indagar. Y ante la demora en las investigaciones policiales, decide tomarse la justicia por sus manos. Hondo suspense que da un giro de ciento veinte grados en la historia y nos hace cambiar de opinión. Peliculón disfrutable, sobre todo, por la transformación que se experimenta en nuestro interior al demandarnos el deber de escuchar todas las partes, versiones u opiniones, sobre un hecho o fenómeno.
A private war, dirigida por Matthew Heineman. Producida por Charlize Theron - y otros productores del montón - cuenta con la descomunal actuación de Rosamund Pike, Jamie Dorman, Tom Hollander y ese actor cuya participación, por mínima que sea, siempre se agradece, que es Stanley Tucci. Basado en la vida de Marie Colvin, una aguerrida periodista norteamericana. Con magníficas y novedosas transiciones. El lado humano de una mujer valerosa, e inteligente, traumatizada y hasta herida con los problemas del mundo. Con una tensión creciente en cada capítulo de la carrera de esta intrépida corresponsal de guerra, pues todo el tiempo se anuncia que algo terrible está por suceder. Una profesional que lo arriesga todo con tal de informar al orbe sobre lo que sucede en zonas conflictivas donde se ha desatado la guerra. Otra dura película sobre las más difíciles condiciones de subsistencia en este planeta. La muerte cruel e injusta de pequeños inocentes. La actriz protagónica hace un trabajo mucho más impresionante.
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