Terribles años de guerra, asedio, bombardeos y de hambre, le quitaron a la ciudad siria de Alepo no solo el esplendor y la belleza que la caracterizaba, sino también la alegría de su gente, de sus niños, sus juegos infantiles, y porque no, un juego que es pasión en cada país de este planeta: el fútbol.
Hace apenas unas horas tuvo lugar el primer partido de futbol en Alepo tras varios años de guerra.
El público desde las gradas entonaba cánticos, y eran visibles las muestras de felicidad.
Una felicidad que estuvo opacada por el dolor y el ruido de las bombas y la metralla.
Hoy, Alepo, quiere renacer de sus ruinas, y muestra al planeta que es otra ciudad, que tiene otro rostro; un rostro donde la gente festeja, alza los brazos, grita un gol.
Un gol que es la victoria de todos los equipos, el gol de la Paz.
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