Conor McGregor se ha convertido en el protagonista de las últimas horas y no precisamente por una actuación estelar durante un combate.
La pasada madrugada el luchador enloqueció y destrozó un autobús de la UFC, en el que viajaban otros luchadores e integrantes de los medios de comunicación, en el Barclays Center en Nueva York.
Además del mediático luchador se encontraba Artem Lobov y ambos ingresaron al edificio acompañados por más de una docena de personas.
En las imágenes, reportadas por el canal 'TMZ', puede verse cómo McGregor persigue al vehículo y comienza a lanzarle todo tipo de objetos. El primer impacto acaba con una ventana del autobús completamente rota.
El suceso, que se produjo en la previa del UFC 223 en la ciudad neoyorquina, dejó herido al estadounidense Michael Chiesa, quien tenía programado un combate este sábado contra Anthony Pettis. A causas del brutal ataque del luchador irlandés la pelea no se podrá celebrar.
La actuación delictiva de McGregor, que según 'The Telegraph' está acusado de asalto, se produjo después que la UFC le retirara el título de peso ligero recientemente. Al parecer había rechazado varias ofertas de combate para defender su corona. El propio luchador se entregó a la policía.
Finalmente Dana White, máximo mandatario de la organización, decidió que de la lucha entre Khabib Nurmagomedov y Max Holloway saldría el campeón, lo que supone dejar a McGregor sin título.
La UFC arremetió, a través de un comunicado, contra McGregor al que calificaron como una persona non-grata.
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