El fútbol holandés fue testigo del gol más surrealista de la historia durante un partido del playoff de ascenso a la Eredivise, la primera división nacional.
Stijn Spierings, delantero del Sparta de Rotterdam, fue el autor de un gol que será recordado para siempre aunque su puntería no fue a la portería que el deseaba.
El ariete despejó de forma contundente un balón dividido en el centro del campo, pero con mal fortuna que batió a su propio guardameta. Finalmente su equipo se impuso por 1-2 al Dordrecht.
Sin duda este jugador firmó uno de los tantos en propia puerta con más belleza.
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