“Obiní Bata” es el primer grupo de mujeres en Cuba ―y probablemente en el mundo entero― que tocan los tambores Batá profesionalmente.
Se atrevieron a tocar ese tipo de tambores ―característico de los hombres― desde comienzos de la década del 90.
En cierto modo este grupo supone un desafío al machismo que forma parte de la base de las religiones afrocubanas.
De acuerdo con los rituales de Santería afrocaribeños, los hombres son los únicos que deben tocar los tambores batá porque se considera un instrumento sagrado.
Fue en el año 1993, concretamente, cuando Eva Despaigne fundó y se convirtió en directora de la agrupación, que reunió a otros miembros femeninos del Conjunto Folklórico Nacional de Cuba.
“Obiní” es la palabra que designa en lengua yoruba a la mujer, y “batá” son los tambores de mayor y más antigua tradición en Cuba.
El conjunto lo integran seis mujeres que dominan el Iyá, el Itótele y el Okónkolo, nombre de los tres tambores Batá.
Todos los miembros del grupo dominan los tambores y la percusión, así como el canto y el baile.
Además de los tambores batá, tocan otros instrumentos como cajones de rumba, tumbadoras o congas, chequeré, maracas, claves, campanas, bongoes, guayo, con un repertorio de música popular cubana, muy rica y diversa.
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