El mítico Malecón de La Habana, desplegado entre dos construcciones históricas, la torre de la Chorrera, al oeste, y el Castillo de La Punta, al este, acoge entre esos dos puntos una mezcla de edificios históricos, monumentos, vendedores ambulantes, hoteles, bares, restaurantes, un estadio de atletismo, mercadillos y una ajetreada vida social donde los pescadores, bañistas, amantes, músicos callejeros, corredores y todo tipo de gente comparten un espacio multiusos.
En este ocasión les traemos una gran actuación, practicamente improvisada, de músicos callejeros cubanos, muy comunes en el mítico muro habanero.
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