(Yani Gil-Ulises Briones)- CiberCuba entrevista a Manolín, el médico de la salsa, en el restaurante Havana 1957 Brickell, donde el artista tiene pensado cerrar el año con una actuación. Durante la conversación, el hombre que revolucionó la timba cubana en los 90 habló de su ideología. "Si yo fuera comunista tuviera una casa más grande que la de Silvio (Rodríguez) al lado de la de él y a mí en Cuba no me dieron ni una patineta. El carro que tuve era HK, nunca me dieron la carta para comprarme uno. Nunca me dieron una casa porque nunca transé con el Gobierno cubano. Siempre le dije lo que pensaba. Soy el único artista cubano en el exilio que le ha dicho por carta a Fidel: "Tú estás equivocado. Los cubanos de Miami son tan cubanos como los de Cuba".
El cantante no rehúsa hablar de política porque considera necesario que la gente vote y opine. Sobre las voces que le señalan como comunista, él contesta: "El que diga que yo soy comunista lo que está es loco, ingresado en Mazorra". "Soy el único artista del exilio que dentro de Cuba se ha enfrentado al Gobierno cubano". "Comunista es tu abuela".
Manolín también rememoró cómo fue el accidente de tráfico que le cambió la vida en septiembre pasado y que tuvo lugar un día antes de la celebración del concierto por sus 25 años de carrera artística. "Era el día antes del concierto. Salí del programa Happy Hour e iba para la Fontana a comer. Hacía poco tiempo que había pasado el ciclón y había algunos lugares oscuros y semáforos sin luz. Uno de ellos era como una trampa. Yo iba por la preferencial. Veía una luz que supuestamente era el semáforo que venía. Antes de ese había otro semáforo oscuro. Y cuando un semáforo no tiene luz se convierte en un cuatro esquinas: el primero que llegue, pasa. Había llegado una rastra llena de contenedores y estaba pasando atravesada. La cabina era blanca y la parte de atrás, oscura. Lo único que se veía era la cabina. Parecía que ya había pasado. Yo tengo un carro delante de mí que se da cuenta de la rastra, mete un corte y me deja la rastra así, a bocajarro. Yo dije: 'No puede ser'. Pensé que me había llegado la hora y lo asumí con naturalidad, sin hacerme el valiente. Yo siempre he vivido el "ready to go". Yo sé que en algún momento uno tiene que morir. Hay quien dura menos, quien dura más. La vida es así, no hay que tomárselo personal y yo pensé: 'Me tocó. Me llegó'. Pisé el freno a fondo, pensé en mi hija y choqué. Perdí el conocimiento. Cuando lo recobré estaba en el hospital. Abrí los ojos y dije: 'No puede ser. Creo que me salvé'".
Tras el accidente "y la entrada con entusiasmo a una rastra" vino el cambio de 'look'. "En el hospital tuve tiempo de pensar en un estilista que me dijo: 'Tu voz lleva pelo. Tienes que llevar un 'look' ´más internacional". "Me puse un poco de pelo en el centro, pero el 90% es mi pelo natural. Me gustó. Necesitaba un 'look' que me motivara y estoy supermotivado. Me siento bien y a la gente le gusta. Al calvo lo mataron", cuenta el artista.
Manolín defiende que él no es de esos artistas que fingen la felicidad. Él se define como un hombre feliz, con una exitosa carrera y una familia. "Yo vivo de mi talento. No vivo de ningún truco ni de apariencias. Yo nací con talento. Esta vida no me la pierdo por hacerme la estrella y que la gente no me toque", confiesa.
Sobre sus aspiraciones personales, el cantante comentó a CiberCuba que siempre quiso estudiar Medicina, aunque no llegara a ejercer la profesión. "Con lo pretencioso que soy, no me permitía el lujo de ser un ser humano y no estudiarme. No tengo ninguna intención de aparentar que soy perfecto. Soy como los demás seres humanos. Yo no aparento nada. No me permito el lujo de perderme esta vida. Yo vivo cada segundo. Vivir es un privilegio".
Con CiberCuba, el artista abordó otros temas como la pelea de Rigondeaux con Lomachenko o el fútbol europeo del que el cantante es un apasionado. De hecho afirma que estos meses que ha pasado convalenciente ha estado viendo los partidos de su equipo: el Real Madrid.
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