El santero cubano Carlos Valdés viene explicando desde hace años, en entrevistas concedidas a diversos medios de prensa, que Hugo Chávez se introdujo en el mundo de la santería cubana hacia 1993.
Valdés ha explicado que fue invitado a una ceremonia de iniciación de un venezolano que en ese momento no tenía reconocimiento mundial, y que no acabó siendo otro que el mismísimo Hugo Chávez.
En las declaraciones recogidas en este reciente vídeo, Valdés avala las hipótesis del periodista venezolano David Placer, quien acaba de publicar recientemente el libro “Los brujos de Chávez”, en el que argumenta el papel que la santería llego a tener durante el gobierno del fallecido mandatario venezolano.
Carlos Valdés ha argumentado que Hugo Chávez violó algunos preceptos y advertencias que se le hicieron en el momento de hacerse santo, el primero de ellos: vestirse de rojo, algo que se le prohibió y que sin embargo Chávez convirtió en una de sus señas de identidad.
A ellos se suma lo que Valdés considera que fue el gran disparate de Chávez: desenterrar los restos de Simón Bolívar.
Hasta 7 personas de quienes estuvieron implicados en la exhumación de los restos de Bolívar murieron poco tiempo después como resultado de fulminantes enfermedades o de accidentes. Valdés cita como única sobreviviente a la política venezolana Tibisay Lucena.
En otras entrevistas, Valdés ha explicado que abrir esa tumba fue el gran error del presidente venezolano porque no se molesta a "espíritus elevados".
En los últimos años, varios religiosos han llegado a calificar lo sucedido en torno a la tumba de Simón Bolívar de "maldición faraónica", en clara alusión a la conocida como "maldición de Tutankamon".
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