El pasado lunes de 1 de agosto, el gobierno colombiano dijo que planeaba deportar a casi 1.300 cubanos que ingresaron al país ilegalmente y que están varados cerca de la frontera con Panamá. Las autoridades dijeron que los inmigrantes, que incluyen cerca de 300 niños de entre 1 a 14 años de edad y 11 mujeres embarazadas, llegaron a la ciudad de Turbo hace tres meses para seguir su camino hacia los Estados Unidos.
Una campaña más amplia de varios meses sobre la migración en Centroamérica y Sudamérica ha llevado a varios países a cerrar las fronteras a un número creciente de cubanos que tratan de llegar al país norteamericano por tierra. Muchos cubanos temen que la distensión entre Washington y La Habana ponga fin al trato preferencial que los migrantes cubanos reciben ahora al llegar a suelo estadounidense.
Algunos cubanos comenzaron su viaje en Ecuador, que durante mucho tiempo tuvo visitantes acogidos desde Cuba. Pero hace varios meses, Ecuador empezó a llevar a cabo la deportación de decenas de cubanos a su tierra natal. Mientras tanto, en Turbo la impaciencia y la incertidumbre crece entre sus visitantes.
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