La fiscalía colombiana ha declarado que la joven cubana Edelvis Martínez Aguillar, que fue asesinada junto a otro migrante cubano mientras se proponía seguir camino por Selva del Darién, no fue violada antes de ser asesinada.
La oficina de la Fiscalía colombiana declara que no existen indicios macroscópicos de violación, y que la causa exacta de la muerte fue un objeto corto-punzante.
Los hechos ―que han conmocionado a la comunidad cubana internacional― fueron llevados a cabo por dos sujetos colombianos: Johan Estiven Carreazo Asprilla y Carlos Emilio Ibargüen Palacio, que ya han sido detenidos.
Liober Santos Corria, el novio de la víctima, logró escapar con vida y ya ha hecho declaraciones.
Los hechos ocurrieron el pasado 8 de septiembre, en la ciénaga de Matuntugo (Golfo de Urabá), cuando los cubanos pretendían llegar a Panamá por el llamado Tapón del Darién, para continuar su camino hacia Estados Unidos.
En su intervención en este vídeo, difundido por Martí Noticias, el funcionario de la Fiscalía explica que la violencia contra migrantes en paso por tierras colombianas acumula más víctimas, y habla de hasta 20 casos, la mayor parte de ellos cubanos, aunque menciona que algunas de las víctimas son también de origen sudamericano.
También existe un grupo de personas desaparecidas, investigación que llevan adelante, de forma coordinada, varios organismos e instituciones colombianas.
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