Mahendra Ahirwar ha visto como su vida se ha transformando completamente gracias a una éxitosa operación que ha conseguido solucionar una malformación congénita, que provocaba que el cuello estuviera doblado en un ángulo de 180 grados.
Se trata de una historia de sufrimiento con un final feliz gracias a la solidaridad de una mujer de Liverpool que ha corrido con los gastos de la intervención.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: