Aunque a priori parecía que no, era inevitable que la muerte de Fidel Castro movería algunos cimientos de manera inmediata, y lo cierto es que el propio apartado de “reacciones” ya ha dejado algunos afectados o beneficiados.
Uno de los aspectos que se ha visto estremecido es el que alude a los límites entre cultura y política, y a tres hechos podemos remitirnos para comprobarlo: Buena Fe se quedó sin gira en EE.UU; el episodio Guanche-Amaury Gutiérrez-Pancho Céspedes ha generado la polémica en el propio interior de Miami; y hasta los Pichy Boys cogieron lo suyo, pues salieron del “Paquete” cubano por obra y gracia de quien lo haya decidido.
Sin embargo, en medio de tanto movimiento, la gran beneficiada ha sido Rocío Monasterio, una cubano-española de la que apenas hace un mes no conocíamos de nada, y a la que de repente la muerte de Fidel Castro la ha lanzado, de algún modo, al estrellato político.
Es dirigente de VOX, un partido de derechas en España (que tiene un perfil muy bajo de aceptación en la sociedad española), y que carece de representación parlamentaria.
Sin embargo, no habrá pocos que piensen que Monasterio sería más efectiva, visto lo visto, si continúa integrada a la política, sí...pero a la que tiene a Cuba como destinataria final.
En todo caso, esta entrevista vuelve sobre la figura de Monasterio, esta vez interrogada por María Elvira Salazar, que no ha perdido la oportunidad de indagar un poco más en las opiniones de esta singular arquitecta, madre de nada menos que cuatro niños.
Con ese tono sibilante en el hablar, que muchos han cuestionado y que no revela más que el lugar donde se ha criado, Monasterio sigue dejando a todos boquiabiertos con esa calma, con ese tono suave ―dulce casi― con que habla de la Historia de Cuba de los últimos 60 años.
Esa mezcla entre la suavidad en las formas y la crudeza en los contenidos, le ha ganado muchísimos seguidores en los últimos días.
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