Ayer fue día en Cuba de hacer balance sobre la economía de la Isla en 2016, un difícil año en que por primera vez desde 1993 se vivió un período de recesión económica.
Los entrevistados en este reportaje dan su visión sobre el futuro inmediato de la Isla: optimismo, esperanza, y una visión maniquea del capitalismo (buscarle lo bueno, ponerlo en práctica, y desechar el resto).
En este sentido, uno de los entrevistados ha sacado sus propias conclusiones de las palabras de Raúl Castro ayer, y asegura:
“Una cosa es el comercio y otra es el sistema […] debemos hacer negocios para poder crecer nosotros”.
Y sentencia:
“al capitalismo hay que buscarle las cosas buenas, las positivas, que no son muchas”.
Otra señora, aunque parte de aclarar que: “los cubanos ya estamos acostumbrados a lo que venga”, termina por tener una visión optimista del futuro.
Como se ve muy a menudo en Cuba, impera el sentimiento de que nada será peor de lo que ya vivieron los cubanos en los años 90.
Cubanos adaptables y resistentes, puertas que se abren si otras se cierran (por la entrada de la Unión Europea en el escenario); y el capitalismo como fuente de bondades económicas…. sin duda alguna, representan parte del discurso insular, pero no son representativos de la totalidad.
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