Desde hace varios años, y como consecuencia de diversos fenómenos meteorológicos, y principalmente el cambio climático, en Cuba se vive una desfavorable situación con el agua.
Han sido varias las presas del país que han reportado niveles críticos en repetidos momentos, y este año no es diferente.
La situación se ha agudizado porque en muchos lugares las conectoras del preciado líquido aún son las vetustas tuberías de antaño, y el salidero que reparan hoy, al día siguiente "revienta" 100 metros más adelante.
Muchas familias del Oriente del país sufren por la intensa sequía.
Las represas ubicadas por ejemplo, en Santiago de Cuba solo registran un almacenado del 47%, con la situación más crítica en los municipios de Guamá y Tercer Frente.
IPS nos trae la historia de una mujer santiaguera que "lleva la ropa sucia acumulada a lavar en su centro de trabajo, adonde suministran el agua por camiones."
Desde hace ya más de cuatro décadas han sido pocos los años en que las precipitaciones acumuladas han sobrepasado la media histórica.
El territorio oriental, desde hace ya diez años implementó un ambicioso plan de sustitución de las principales conductoras de agua en las principales ciudades, y estableció prioridades para conectar los embalses en esa zona del país.
Pero no llueve, y no hay agua para llevar a los hogares.
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