La falta de baños públicos y el aumento de los desechos afectan de manera negativa a los alrededores del Malecón habanero, una de las insignias de la capital cubana.
Son muchos los capitalinos que acuden diariamente a pasar el rato con amigos y familiares al Malecón y, ante la falta de baños públicos, deciden hacer libremente sus necesidades fisiológicas en la vía publica ocasionando un gran perjuicio a una de las zonas más emblemáticas y concurridas de la capital habanera.
Otros muchos de los que acuden hasta el considerado sofá de La Habana a tomar cervezas y refrescos lanzan los desperdicios al mar lo que trae consigo el aumento de la contaminación.
Los vecinos de la zona, por su parte, señalan que el problema de higiene se debe tanto a la falta de cuidado de los vecinos como a la ausencia de insfraestructuras adecuadas que favorezcan mantener su limpieza.
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