Los cubanos varados en en un campamento de Lajas Blancas, en Panamá, pusieron fin a la huelga de hambre en la tarde del viernes tras tres días sin ingerir alimentos.
Sin embargo antes de comunicar el fin de la protesta, uno de los inmigrantes sufrió un coma diabético tras estar más 60 sin probar comida ni bebida. Se trata de Ramón Aldama Roque, de 50 años, que se sumó a las más de 10 personas que se desmayaron fruto de la reivindicación.
En cualquier caso los 69 ciudadanos de la isla explicaron que dejan sus esperanzas en manos de las conversaciones entre el gobierno y la institución religiosa Consejo de Pastoral Social Cáritas.
Las peticiones de este colectivo están encabezadas por la petición de residencia permanente, además de solicitar que se les permita trasladarse a refugios de la Iglesia Católica en la capital y que se les asegure que no serán deportados a Cuba.
"Si en 7 días no se nos dan las soluciones, volvemos a la huelga con más fuerza y con la boca cocida", advirtió un vocero de los indocumentados de la isla.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: