En La Habana, además de las conocidas inundaciones que vivió el malecón, una de los lugares más castigados por el paso del huracán Irma fue el costero pueblo de Cojímar, un barrio de pescadores, especialmente querido al escritor estadounidense Ernest Hemingway.
En Cojímar, Irma arrasó con todo lo que encontró a lo largo de varios metros tierra, dejando a su paso una estela de caos y destrucción en decenas de hogares. Arrancó techos, portales, puertas y dejó escombros dispersos por doquier.
Sin embargo, este reporte del Sistema Informativo de la Televisión Cubana destaca un fenómeno curioso y a todas luces positivo: la recuperación de una playa -la llamada playa del Cachón- que había sido en cierto sentido "robada" a la naturaleza.
Donde en estos momentos se puede ver el esbozo de una playa (aunque toda cubierta de basura y desechos devueltos por el mar), antes incluso había un camino asfaltado que las aguas han acabado por exigir nuevamente, y que han cambiado la fisonomía del lugar.
Varios vecinos piensan que es momento de poner manos a la obra en vistas de recuperar un espacio que merece mejor suerte que la que ha vivido en sus últimas décadas.
La playa se encuentra justo en la desembocadura del río Cojímar, que se ha convertido con el paso de los años en vertedero de algunas industrias y de la basura de varios repartos residenciales.
Obviamente, no es recomendable todavía bañarse en esas aguas, pero no son pocos los que desean que la playa del Cachón recupere el esplendor que alguna vez tuvo.
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