Los líderes del turismo americano siguen siendo optimistas sobre sus oportunidades de negocio en Cuba a pesar de las nuevas medidas anunciadas por Donald Trump hacia la Isla.
Así lo manifestaron durante la reunión de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) con el gobierno cubano. Se trata del primer encuentro que acoge a las 12 principales compañías de cruceros que operan en la mayor de las Antillas.
"Esperamos que Washington y La Habana puedan resolver sus diferencias. Lo dije hace un año, lo diré probablemente dentro de un año, así que la buena noticia es que todavía estamos aquí. Los invitados están felices de venir a Cuba", aseguró el consejero delegado de Norwegian Cruise Line Holding, Frank Del Río.
"La industria de los cruceros apoya que Cuba se mantenga abierta como destino", añadió en declaraciones recogidas por la prensa oficialista.
El empeoramiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países y la falta de liquidez del gobierno cubano frenan el entusiasmo inicial.
Pese a ello, los dirigentes de la Isla señalaron los nuevos planes de infraestructura para los puertos en todo el país.
"De los 500 destinos de mi compañía, La Habana es el número uno en satisfacción de los clientes. Muchos de mis colegas repitieron el mismo comentario, eso evidencia lo que Cuba tiene para ofrecer", comentó Del Río.
A pesar del mal momento que viven las relaciones bilaterales, a raíz de los presuntos ataques acústicos a diplomáticos norteamericanos en la capital cubana, el gobierno de la Isla espera cerrar el año con la llegada de 4,7 millones de visitantes extranjeros.
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