El opositor cubano Eliécer Ávila ―que desde hace algunos meses ha instalado su residencia en EE.UU. y que próximamente será padre ― opina en este vídeo sobre el polémico Decreto 352, que amenaza con archivar el expediente de solicitud de ciudadanía en el caso de menores nacidos en el extranjero, cuyos padres (cubanos) hayan cometido “acciones” en contra de los "fundamentos políticos" del Estado cubano.
Eliécer Ávila parte de preguntarse ¿Cuáles son los fundamentos políticos del Estado cubano? Considera que cualquier persona tiene el derecho de tener un criterio político y que eso no atenta contra un Estado.
Destaca, además, que un derecho no puede soslayar otro, y que todos los hijos de cubanos tienen el "derecho" de poder tener la misma nacionalidad que sus padres, sin que ello sea obstáculo al mismo tiempo para disentir de ese Estado, si no se está de acuerdo con su política.
Ávila añade que, siguiendo ese criterio, los hijos de los dirigentes cubanos serían los primeros que estarían vetados para entrar en muchos países del mundo donde sus familiares han organizado entrenamiento de guerrillas, tráfico de armas y llevado a cabo otras polémicas acciones no acordes con la política de determinados países.
Señala, además, que traspasar de generación en generación una especie de “sanción” que se quiera aplicar a los padres, es un acto suicida para una nación. ¿Por qué? Pues porque muchos países han usado precisamente el cambio generacional para promover la unidad nacional, no la desunión. Lo que no han podido llevar a cabo los padres o abuelos, se ha acabado consiguiendo a través de los nietos.
Eliécer Ávila destaca que la paz y el consenso muchas veces surgen del alivio que concede el cambio generacional, e insiste en que no reconocerlo es un error.
Finalmente, concluye que lo único que hace el Decreto 352 es llenar de razones a los opositores para seguir oponiéndose a las políticas del Gobierno cubano.
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