Raúl Gutiérrez, el cubano que fue detenido hace 72 horas en Bogotá acusado de ser un simpatizante del ISIS, que pretendía ejecutar actos terroristas en ese país a nombre del Estado Islámico, negó pertenecer a la Seguridad del Estado cubana cuando, tras ser detenido, fue bombardeado a preguntas por varios periodistas.
Visiblemente molesto, contrariado y con el paso apurado, Gutiérrez fue bastante solícito con la prensa, a la cual respondió todo lo que le preguntaron.
No solo negó pertenecer al G-2, sino que desmintió ser terrorista, y dijo que "estaba luchando contra el nuevo orden mundial", palabras que hacen recordar a los cubanos algunos de los discursos del difunto Fidel Castro.
"No jodan más, está bueno ya," fueron otras de las frases pronunciadas por Gutiérrez, de quien una cubana residente en Bogotá, que dice conocerlo asegura que es más "un loco" que otra cosa.
"Cuando llegué aquí y me lo presentaron, me dijeron que era un loco. Para mí es un inflador. Un tipo sin cabeza, que buscaba arañar un dinero por donde sea. Una persona sin meta, poco clara, no me extraña que se fundiera y que lo reclutaran", dijo la propia fuente, que pidió no ser identificada.
Sin embargo, ahí están las pruebas. Sus conversaciones con miembros del ISIS y su interés en poner una bomba en la Zona Rosa de Colombia, en un restaurante frecuentado por personal de la embajada norteamericana.
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