El batey del antiguo central “Jaronú” ―sito en el municipio camagüeyano de Esmeralda― es un singular conjunto arquitectónico (fundado en 1921) y que en 2008 mereció la categoría de “monumento nacional”. Sin embargo, al creciente deterioro de las edificaciones se sumó el devastador paso del huracán Irma en el pasado mes de septiembre, que lo dejó destruido casi en su totalidad.
Si bien la imagen del lugar tras el huracán era desoladora, en apenas tres meses las edificaciones se restauraron en un 80 %, según asegura el funcionario entrevistado en este reporte del Sistema Informativo de la Televisión Cubana.
En el proceso de conservación, se respetaron las formas originales y en muchos casos se reciclaron las maderas y las tejas, mientras que en otros se utilizaron materiales más contemporáneos que contribuirán a alargar la preservación de las construcciones.
La obra corrió a cargo de la Oficina del Historiador de Camagüey como inversionista principal, con la ayuda de otras muchas instituciones, empresas y organismos locales.
Gracias a la labor de restauración realizada, el batey del antiguo central Jaronú ha sido finalista al Premio Nacional de Restauración y Conservación 2018, que se entregará en la Isla este jueves 26 de abril.
No ha corrido igual suerte la recuperación constructiva tras Irma en la vecina provincia de Ciego de Ávila, donde apenas han sido reparadas un tercio de las viviendas que resultaron dañadas por el huracán.
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