La nueva y lujosa sede presidencial de Bolivia ha desatado la polémica en el país por sus aparentes lujos, incluso BBC Mundo habló de un coste cercano a los 34 millones de dólares.
La llamada "Casa Grande del Pueblo" es para muchos el Palacio de Evo Morales, quien inauguró el edificio el pasado 9 de agosto.
Este rascacielos vidriado de 29 pisos no solo acogerá las oficinas de la presidencia, la vicepresidencia y cinco ministerios del Poder Ejecutivo, sino que además es la residencia oficial del jefe de Estado.
Su construcción en la Murillo de La Paz, en concreto detrás de la vieja sede del gobierno, contrasta con los edificios coloniales que hay a su alrededor. Además el nuevo inmueble de Morales cuenta con helipuerto en la azotea, una suite de lujo de más de 1.000 metros cuadrados, así como gimnasio, una sala para masajes, un jacuzzi y un sauna.
El diario local Página Siete también desveló que el vestidor del dirigente boliviano tiene 47 metros cuadrados, así como una habitación de 61.
Sin embargo para la ministra de Comunicación, Gisela López, esta edificación está justificada. "Por eso, este nuevo edificio, una necesidad para el Ejecutivo, una necesidad para el pueblo, se llama la Casa del Pueblo, porque nuestro gobierno gobierna con el pueblo", afirmó.
La ostentación del edificio presidencial también guarda un problema de urbanístico, puesto que hay una norma que prohíbe levantar edificios de gran altura en el centro histórico de La Paz. Este punto lo salvó Morales gracias al apoyo del Parlamento, que está controlado por su partido.
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