La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. ha confirmado las denuncias del fotógrafo puertorriqueño Abdiel Santana, quien descubrió que un cargamento de botellas de agua mineral, destinado a las víctimas del huracán María, estaba abandonado en una pista de aterrizaje de la isla (en la Ceiba) sobre lonas azules.
Santana ha explicado que hizo el hallazgo en octubre del año pasado (poco después del azote del huracán), aunque ha sido recientemente que publicó las fotografías que han acabado por viralizarse en la redes sociales, generando fuerte indignación entre los puertorriqueños.
Muchos recuerdan que en varias zonas del país se recogió agua de manantiales de las montañas para cocinar y bañarse, incluso con la amenaza de contraer enfermedades.
Aunque las primeras teorías apuntan a que los suministros de agua quedaron allí por mala gestión, el alcalde de La Ceiba, Ángel Cruz Ramos, ha dicho a CNN que el agua no se repartió porque, tras haber permanecido muchos días expuestas al sol, dejó de ser "potable", conclusión a la que se llegó tras el comentario de quienes se quejaron del mal sabor y olor tras un primer reparto del líquido.
No obstante, Jeff Byard, Administrador Asociado de FEMA para Respuesta y Recuperación, durante una sesión informativa sobre el huracán Florence ha dicho: "Obviamente con María no tuvimos un problema de suministro, tuvimos problemas de distribución".
El chef español José Andrés, por su parte, que entregó de manera solidaria miles de raciones de comida para las víctimas, dijo a través de su cuenta de Twitter que sabía de la existencia de las botellas. Sin embargo, señaló que no le permitieron acceder a ellas y pidió al gobernador Ricardo Rossello que inicie una investigación independiente al respecto.
CBS News informó por primera vez sobre las botellas de agua el pasado martes, el mismo día en que el presidente Trump dijo que la respuesta de su administración al huracán María en Puerto Rico fue "un éxito increíble y no reconocido".
Cabe recordar que recientemente se supo que el número total de personas fallecidas por el huracán se cifra en 2.975 personas, dato muy por encima de las primeras estimaciones que se ubicaban por debajo de los cien muertos.
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