El vídeo dura poco más de tres minutos durante los cuales la joven Alexandria Montgomery, de origen afroamericano, intenta de todas las formas posibles pedir su orden en un Taco Bell de Hialeah.
Al otro lado de la ventana del driveway la empleada, de acento presumiblemente cubano, le dice al principio de la grabación que ella no habla inglés, ni ella ni ninguno de los otros dos empleados que la acompañan esa noche, así que la clienta se tiene que ir.
“Lo siento mucho”, dice la empleada que se identifica al final del video como “Luisa” (aunque luego se sabría que no era su nombre real). Sin embargo, el tono de la empleada de Taco Bell va cambiando drásticamente mientras la usuaria insiste en que ella quiere ordenar, que es simple, que solo le va a pedir un número específico del menú.
Poco después, la empleada le grita que se mueva, que tiene autos esperando detrás. “¡Te voy a llamar a la policía!”, amenaza a la clienta. En la grabación se escucha a una voz masculina junto a Alexandria, quien filmaba el video. Ninguno de los daba crédito a lo que estaba ocurriendo.
“¡Pero tú entiendes el menú que yo estoy pidiendo, es solo que no me quieres tomar mi orden!”, increpa una y otra vez la usuaria a la empleada, mientras otra trabajadora de apariencia hispana se suma a la escena. Ambas le dicen a la mujer que nadie ahí habla inglés, que se tiene que ir.
“¡Vete a la veintinueve, 29th avenue!” le grita en tono acalorado a la clienta. En el momento cumbre de la discusión, mientras la clienta discutía que ella no podía aceptar que no tomaran su orden porque nadie hablaba inglés en ese Taco Bell, la empleada ripostó: “¡No es mi problema, esto es Hialeah! Aquí no se habla inglés”.
“¡De todas formas es América! ¿Cómo no me van a atender porque no hablo español?”, alcanzó a repetir Alexandria Montgomery. En tanto el hombre presente en el auto intenta decir los números en español para que le tomaran la orden. También fue en vano.
En el colmo del absurdo, mientras la segunda empleada intentaba calmar los ánimos, la mujer que se identificó como Luisa le dice en el minuto 2.20: “Sí la entiendo, no quiero”.
El incidente ha provocado una oleada de indignación en la página de Facebook de la “víctima”. El video ha sido visto más de 50 mil veces y tiene varios miles de comentarios también. Muchos de ellos, de cubanos disculpándose y admitiendo sentirse avergonzados por este acto de discriminación con una angloparlante.
Alexandria publicó este martes 13 una “Actualización” donde contaba que ni siquiera “Luisa” era el verdadero nombre de la mujer que era, además, la mánager general de ese turno, y decía que esta había sido despedida de Taco Bell.
Escenas similares a estas, por su parte, no son infrecuentes en Estados Unidos. Las redes, como en este caso, suelen ser el espacio donde se difunden casos de discriminación, racismo o xenofobia.
Hace unas semanas, dos empleados de la construcción de origen mexicano fueron víctimas de agresiones racistas por parte de una vecina del edificio a donde llegaron para hacer un trabajo.
Poco antes, un hombre en Carolina del Norte llamó a la policía porque "no creía que una mujer negra que había ido con su hijo a nadar a la piscina de su vecindario, era lo suficientemente rica como para vivir allí".
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