El presidente Donald Trump presumió ayer lunes, en polémica conferencia de prensa, de ser abstemio hasta el punto de no haber bebido ni "una cerveza" en su vida, y añadió que sería "un desastre" si lo hubiera hecho. La declaración fue hecha a partir de una pregunta que aludía a la relación con el alcohol del magistrado Brett Kavanaugh, al que no dejan de lloverle problemas en las últimas semanas.
Trump se alteró ante la insistencia de la periodista y desvió la atención del asunto al aludir a sí mismo, y decir: "Yo no bebo. Puedo decir honestamente que no he bebido ni una cerveza en mi vida. Es una de mis pocas virtudes".
Y añadió: "¿Se imaginan qué desastre hubiera sido si lo hubiera hecho?". "Sería el peor del mundo", concluyó, en medio de risas entre los presentes.
No es la primera vez que declara algo parecido, en un evento de campaña en New Hampshire, en 2015, dijo: "Nunca tomé una copa, nunca tomé un vaso de alcohol", porque, según precisó, vio lo que pasa cuando la gente "pierde el control".
El presidente norteamericano Donald Trump mantiene su respaldo al magistrado Brett Kavanaugh, su designado como juez para la Corte Suprema de Estados Unidos, cuya nominación se ha visto estancada en el Senado tras haberse visto envuelto en acusaciones de presunta agresión sexual.
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