Por estos días avanzan los preparativos para el inicio de la construcción de un moderno hotel de 42 plantas y 656 habitaciones frente a Coppelia y al Tryp Habana Libre, lo que ha forzado al cierre indefinido de una parte de la céntrica avenida 23, en la Rampa.
Sobre cómo impactará el nuevo edificio en el entorno en que estará ubicado, y en general en la ciudad, opina un grupo de cubanos opina en este reportaje.
Entre los entrevistados varían los criterios, unos consideran que está bien, que "luce genial", que "va a marcar una diferencia", mientras otros se muestran más conservadores y piensan que el resultado final dependerá de los materiales empleados, de la función final del edificio e, incluso, de la forma en que se integre con las edificaciones cercanas.
Sin embargo, abundan quienen creen que, si bien parece un diseño interesante y vanguardista, el inmueble no encajará en lo absoluto con el entorno porque alterará la urbanística de la capital y mucho más de una zona tan emblemática como la esquina de 23 y L. Uno de los entrevistados asegura que un edificio de esas características quedaría mejor si estuviera situado en la periferia de la ciudad.
“Feo, muy feo”, concluye alguien, y lo tilda incluso de "pretencioso". En 43 meses se prevé que el skyline habanero cambie y entre los cuestionamientos no solo está el impacto urbanístico, sino también que semejante gasto no vaya destinado a mejoras y mantenimiento de edificios de viviendas en la capital cubana.
El hotel "Habana", de categoría cinco estrellas, tendrá una altura aproximada de 154 metros y superará al Tryp Habana Libre (27 plantas y 70 metros).
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