El congresista Carlos Curbelo elogió que la administración estadounidense planee aumentar la presión sobre el Gobierno de Cuba.
"Es una buena noticia, es algo que estamos esperando hace mucho tiempo porque ya que en Cuba y Venezuela no existe la justicia, debemos hacer todo lo posible por imponerla desde el exterior", aseguró ante Martí Noticias.
"Estados Unidos, que siempre ha llevado el estandarte de la libertad, la democracia y el respeto a los derechos humanos en este hemisferio, va a actuar de forma contundente contra aquellos que son cómplices de la destrucción de Venezuela", añadió.
El representante de la Florida pidió dirigirse contra "los protagonistas de toda la muerte y el abuso que se ha producido en Venezuela".
Por su parte la periodista María Elvira Salazar, que aspira a ocupar el escaño de Ileana Ros-Lehtinen en el Congreso federal, instó a terminar con lo que definió como "el cáncer de América Latina". "Ya es hora de que cese, el gobierno castrista siempre ha querido vender la idea al resto del mundo de que los cubanos son excepcionales porque han escogido otro camino", lamentó.
"La excepcionalidad cubana no existe, es mentira. El pueblo cubano quiere ser tan libre como son los otros, poder consumir, viajar y tener elecciones libres", afirmó.
En la misma línea se expresó el congresita Mario Díaz-Balart, quien se mostró favorable a que Washigton incremente la presión hacia los dirigente cubanos.
"Dije hace tiempo que pronto habrá más sanciones y presión hacia Cuba. La actual administración estadounidense entiende que lo que existe en La Habana es un cáncer, que también hace mucho daño en Venezuela y Nicaragua", denunció.
Estas declaraciones se produjeron tras conocerse el pasado 17 de octubre que Estados Unidos planea "incrementar" la presión al Gobierno de La Habana por su apoyo a Venezuela.
"Es un hecho, no es un mito, que el Gobierno de Nicolás Maduro se mantiene en el poder en gran parte con la ayuda en cuestiones de inteligencia y militar del Gobierno cubano", señaló un alto funcionario estadounidense.
La Casa Blanca planea "mantener e incrementar por cualquier vía, con herramientas económicas, diplomáticas y políticas" la presión sobre "las entidades del Ejército cubano y los servicios de inteligencia y las entidades corporativas por las cuales (se) lucran", agregó.
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