El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha evitado hablar del tema de la oposición cubana en la rueda de prensa que dio en La Habana.
Tras un recorrido por La Habana Vieja que sostuvo con el gobernante Miguel Díaz-Canel (ambos acompañados de sus respectivas esposas), en la que incluso el español saludó a varios curiosos que se le acercaron, Sánchez fue particularmente escueto al referirse al tema de los derechos humanos en la Isla, y ni siquiera mencionó las palabras “disidencia” ni “oposición”.
Ante la pregunta de por qué no se había reunido con la disidencia, se limitó a responder que se había aprobado un memorando de cooperación política entre ambos gobiernos, el cual reconoce que se va a dialogar sobre los derechos humanos en Cuba.
El jefe del ejecutivo español fue sin embargo tremendamente expresivo, al explicar que la importancia de su visita a La Habana era recuperar los lazos entre la sociedad española y la cubana, y sus fuertes vínculos emocionales, sociales, culturales e históricos.
“Era necesario recuperar esa relación, era necesario romper el hielo, y eso es lo que hemos hecho: hemos roto el hielo, hemos normalizado las relaciones institucionales, políticas; hemos aprobado dos memorandos importantes, y lo que vamos a hacer durante los próximos años es continuar esa relación y afianzarla”, dijo.
“Hemos venido también a defender los intereses del empresariado español, a facilitar su presencia, y creo que es lo más importante que nos llevamos de esta visita oficial”, añadió.
Con anterioridad el mandatario español, al reunirse con un centenar de empresarios que participaron en el Foro Empresarial Cuba-España, había elogiado el “impulso reformista” de Díaz-Canel, en quien encontró una “voluntad” para consolidar la apertura económica en la nueva Constitución.
Sin embargo, en la conferencia de prensa, al ser requerido sobre su intercesión en la liberación de alguno de los 139 presos políticos cubanos, respondió que no podía hacer públicas las conversaciones que tuvo con Díaz-Canel, pero que podía garantizar que habían "hablado de todo".
Los periodistas también le recordaron la solicitud de Amnistía Internacional para que hiciera gestiones a favor de determinados presos de conciencia.
“Insisto, hemos hablado con el presidente Díaz-Canel de todo”, apuntó.
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