Sheik Lisha, propietario de una empresa papelera en Trinidad y Tobago, brindó uno de sus almacenes para que permanezcan los 78 cubanos que protestaron frente a las oficinas de la ACNUR, que perdieron la ayuda de este órgano de Naciones Unidas y estuvieron encarcelados por dos días en ese país.
“Le hemos dado el nombre de Albergue La Esperanza,” dijo la refugiada cubana Yaquelín Vera Morfa a Radio Televisión Martí.
Morfa lleva tres años en Trinidad y Tobago con sus tres hijos y su madre, y al igual que el resto de los cubanos espera por asilo político en ese país.
Por su parte, Andris González, quien permanece allí con su esposa y dos hijos menores, expresó: “Estamos muy agradecidos de lo que ha hecho este hombre, lo que no hizo ACNUR ni Living Water, la entidad independiente que trabaja con la ONU para lidiar con los refugiados y solicitantes de asilo”.
Además del espacio, el empresario suministró materiales y equipos para la limpieza, reparación y construcción.
Recientemente, 78 de los 200 cubanos que protestaron frente a la sede de la ACNUR fueron arrestados, luego de que les advirtieran que tenían unos días para desalojar el edificio donde se encontraban.
El empresario Sheik Lisha, luego de que los pusieran en libertad, donó comida y agua a los cubanos.
Más de 1.000 ciudadanos cubanos se encuentran varados en Trinidad y Tobago, a la espera de asilo político, pero ese país no tiene una ley que los proteja y que les permita trabajar.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: