Migrantes y voluntarios procedentes de Centroamérica han declarado haber sido atacados ayer miércoles en la zona de su improvisado refugio en Tijuana, cerca de la frontera entre Estados Unidos y México.
Una migrante entrevistada aseguró que los atacantes arrojaron agua, los escupieron y que además les lanzaron recipientes con orina. Los voluntarios, por su parte, han precisado que la policía les impidió acceder al área.
"Ahorita que venimos a dejarles (ropa) y nos prohíben la entrada y viene la lluvia, traemos carpas para la gente, y (las autoridades) no quieren”, ha comentado una voluntaria residente en Los Ángeles (California).
Las autoridades de Tijuana la pasada semana comenzaron a trasladar a los migrantes, que se encuentran en su mayoría albergados en el Centro Deportivo "Benito Juárez", a una nueva instalación en El Barretal, debido a las condiciones insalubres en que permanecen. Sin embargo, algunos migrantes se negaron al traslado, argumentando que había una mayor distancia hasta la frontera.
Aunque las autoridades han prometido no llevar a cabo desalojos forzosos, la policía ha cortado algunos servicios en el citado Centro Deportivo con el fin de obligar a los migrantes a abandonar el área.
Más de 5 mil migrantes procedentes de América Central esperan junto a la frontera de los Estados Unidos tras haber viajado más de 4 mil kilómetros desde comienzos del mes de octubre, con el objetivo de conseguir asilo en territorio norteamericano.
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