El eterno drama de los juguetes en Cuba: “Que los saquen en las tiendas industriales, no solo en las TRD”

El elevado precio de los juguetes en Cuba sigue generando dolor e impotencia entre los padres cubanos, así queda reiterado en este reportaje, difundido por Diario de Cuba, que recoge el criterio de un grupo de padres guantanameros que opinan sobre el tema.

Los juguetes “en la shopping, bien caros y no sirven”, afirma la primera de las entrevistadas.

“Antes los juguetes costaban 15 centavos y ahora cuestan 5 cuc”, añade un padre, que subraya el drama que viven aquellas familias donde tienen más de un niño: “Un juguete para tres niños, no es jamón, lo que hacen es fajarse”, concluye.

“Que los saquen en las tiendas industriales, no solo en las TRD”, afirma otra joven, que alude a que salgan a la venta, a un precio razonable, los juguetes que el Estado comercializa muchas veces triplicando en divisa el salario medio de un cubano.

La Comisión de atención a la juventud y a la niñez, que atiende el tema en la Asamblea Nacional, ha reconocido que no existe una política definida sobre la comercialización de juguetes en la Isla. La producción nacional es casi nula y los pocos juguetes que se fabrican son de mala calidad.

Hace poco más de un año, la inauguración de la juguetería “La Época”, en el bulevar de Santa Clara, generó desconcierto por los altos precios de los juguetes, lo que acabó resultando que muchos la re-nombraran como "La tienda museo”. La explicación es sencilla, mucha gente va, mira los juguetes, incluso se tiran fotos con ellos, pero son pocos quienes los acaban comprando.

Sin embargo, el drama se reitera cada cierto tiempo a lo largo del país. Hace poco más de cuatro meses, se reportó la apertura de otra juguetería, en este caso en Santiago de Cuba, y nuevamente con precios desmesurados.

En esa tienda era posible encontrar una Barbie a 30.95 CUC (773.75 CUP), bebés a 65.95 CUC (1648.75 CUP) o un avión a 92.95 CUC (2323.75 CUP).

Pasan semanas, meses, años, y a lo largo y ancho del país crece la decepción entre los cubanos por el precio de los juguetes en la Isla. Desde luego, no será porque no se hayan enterado, porque llueven las quejas a pie de calle y en los medios independientes.