Dos activistas cubanos contrarios al Decreto 349, Yanelis Núñez y Nonardo Perea, se han exiliado en Madrid, según revela entrevista realizada por Diario de Cuba.
Historiadora del arte y curadora independiente, Yanelis Núñez trabajó en la galería de la revista Revolución y Cultura hasta el año 2016, en que fue expulsada por su creciente activismo cultural contrario a las instituciones oficiales.
Desde el 2014 comenzó a trabajar con el artista plástico Luis Manuel Otero Alcántara, con el que colaboró en el proyecto de un museo de la disidencia en Cuba, luego participó de la llamada Bienal 00 y desde julio de 2018 se vinculó a diversas actividades de protesta contra el polémico Decreto 349.
Yanelis Núñez considera que, pese a que ha sido frenada su aplicación, en realidad el Decreto está en vigor y considera que lo ocurrido es apenas una estrategia del Gobierno cubano para aplacar la campaña internacional que exigía su disolución.
Cree, además, que el Decreto en sí no es el “mal” sino que el mal nace mucho antes, en la política cultural cubana y en el sistema político imperante en la Isla.
Aclara que no salió de Cuba pensando en quedarse, pero afirma que siente que se ha marchitando y no quiere eso para ella.
En el último año ha sido arrestada 6 ó 7 veces. Relata que a veces la llevaban a un calabozo con presas comunes y que la llegaron a amenazar con cumplir de 1 a tres años de cárcel. “Te voy a meter presa cuando lo estime conveniente”, le habría dicho la teniente coronel Kenia María.
Precisa que no se trata solo de las detenciones, sino también de las amenazas a la familia, de los conflictos internos porque no siempre sus familiares entendían su postura, y el tema del miedo, que es “total”.
En este sentido precisa que no podía hacer relaciones con personas nuevas porque siempre existía la paranoia de que todo el mundo podía ser de la Seguridad del Estado.
Yanelis considera que es un mal momento para la cultura en Cuba porque a las personas que dirigen las instituciones en la Isla no les interesa promover la cultura ni espacios de diálogo, sino solo retener el poder y controlar.
El artista visual y escritor Nonardo Perea, por su parte, precisa que en su caso desde pequeño hubo de enfrentar la homofobia, pero asegura que logró vivir con eso hasta que su activismo artístico independiente le empezó a crear problemas con la Seguridad del Estado.
Relata un arresto donde fue interrogado durante más de cinco horas y en el que incluso le habrían propuesto convertirse en agente de la Seguriedad. “Son dueños de tu persona”, afirma.
Después de la Bienal 00 precisa que aumentaron las agresiones, la violencia psicológica y las amenazas, motivos por los cuales habría decidido abandonar la Isla.
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