Mariela Castro Espín, directora del Centro Nacional de Educación Sexual, ha pedido al pueblo cubano que “no reproduzca tonterías, estupideces, prejuicios y chismes de la mal llamada prensa independiente o de los grandes medios de comunicación”; lo hizo en su intervención para el espacio de la televisión cubana "Mesa Redonda".
El tema que se trató en el programa fue la Jornada Cubana de Lucha contra la Homofobia y la Transfobia, marcada este año por la suspensión de la Conga por la Diversidad, lo que derivó en respuesta por parte de activistas y miembros de la comunidad LGBTI de Cuba.
En su intervención televisiva la también diputada de la Asamblea Nacional aseguró que “la lucha por los derechos de la comunidad LGBTI es parte de nuestros aportes al proceso revolucionario. Yo quiero que el pueblo de Cuba lo comprenda de esa manera” a la vez que atacó a aquellos que se hicieron eco de la marcha independiente, que terminó con una represión policial y que ella misma calificó en sus redes sociales como un “show”.
En otro momento de su retórico discurso dijo: “hay que unirse y que nadie se crea que es el buen samaritano, el puro y el santo, o el Jesús de Nazaret. Aquí todos, todos tenemos responsabilidades y todos tenemos que tirar duro, unidos como una gran familia, asumiendo nuestros errores y nuestras responsabilidades y nuestra visión de futuro”.
Al final de este fragmento dedicó sus palabras al Código de Familia, que será sometido en menos de dos años a un proceso de plebiscito y donde supuestamente se incluirá la opción del matrimonio igualitario.
“Yo estoy segura que el código de familia tan revolucionario, que se está redactando, va a ganarse el Sí inteligente, progresista, revolucionario y socialista de este pueblo maravilloso” dijo Mariela.
La sexóloga cubana ha recibido diversas críticas por permitir que la Conga por la Diversidad se suspendiera aludiendo a una supuesta provocación procedente de Miami, algo que de lo que no se han ofrecido pruebas ni argumentos.
La marcha independiente del sábado 11 de mayo aglutinó a cerca de 300 personas, no solo miembros de la comunidad LGBTI+ en Cuba, sino decenas de personas sensibilizadas con esta minoría, como la cantante Haydee Milanés, quien confrontó a los que aseguraban que la marcha era “una provocación del enemigo”.
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