Varios niños cubanos y venezolanos que se encuentran en un limbo migratorio en Trinidad y Tobago, país que ha acogido a una cifra elevada de migrantes en los últimos años, dieron sus testimonios en un sobrecogedor reportaje publicado por ADN Cuba.
Una de las niñas entrevistadas asegura que al principio pensó que no podía ser terrible, pero que luego lo fue. Añade que lo que está pasando no se lo desea a nadie y que siente que está perdiendo mucho tiempo de su vida.
Los menores entrevistados relatan haber sido víctimas de bullying, xenofobia y de otras formas de discriminación, simplemente por ser latinos.
Trinidad y Tobago es un país en el que los adultos refugiados no cuentan permiso para trabajar ni los niños pueden acceder a una escuela pública certificada.
Cientos de refugiados esperan su reasentamiento en un tercer país, mientras Trinidad y Tobago afirma no tener los recursos para asumir el reto de la creciente inmigración que vive su territorio.
Los niños entrevistados tienen sueños, ilusiones, esperanzas y recuerdos tan queridos como sentarse en el malecón con familiares y amigos, según afirma una de las pequeñas entrevistada. Abrazar a su madre y decirle “ya terminó” es el sueño más querido de otras de las niñas.
En noviembre de 2018, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) retiró la ayuda que venía dando a los cubanos.
Tras protestar ante la sede de ACNUR en Puerto España, los migrantes cubanos fueron detenidos por entorpecer el tráfico y encarcelados en una prisión de máxima seguridad, de la que salieron pocos días después tras pagar multas.
Una vez en la calle, un empresario trinitario les ofreció una nave para que pudieran instalarse por un mes, pero tras cumplirse el plazo pidió a quienes no tenían el estatus de refugiado, que abandonaran el local.
La situación de los venezolanos en el país caribeño no es mejor, unos 60 mil venezolanos buscan refugio en Trinidad y Tobago, pero en lugar de protección internacional se encuentran con que tras tramitar sus solicitud de asilo son detenidos y encerrados indistintamente en cárceles de máxima seguridad o en Centros de Detención de Inmigrantes (IDC).
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: