El millonario John McAfee, quien está fugitivo de la justicia estadounidense, disfruta la vida muy relajado en su imponente yate fondeado en La Habana junto a su esposa, sus cuatro perros, empleados y personal de seguridad, informó la agencia Reuters.
El experto en seguridad cibernética llegó a Cuba hace un mes procedente de Bahamas, pues sospecha que la policía de su país trataba de extraditarlo desde la pequeña isla caribeña, para ser juzgado por un delito de evasión fiscal. Asegura incluso que la CIA lo vigila.
“Solo quieren encarcelarme y no dejarme volver a hablar”, dijo.
En la capital cubana estableció la sede de su campaña con la que se postula para la presidencia de Estados Unidos. Su propósito es que el régimen le extienda su visa por tiempo indefinido, aunque ello su estancia supone una violación a la prohibición de Trump de que embarcaciones recreativas visiten la Isla.
El creador de un software antivirus con su nombre ha dicho que en los próximos meses llegarán a Cuba voluntarios para ayudarlo en su campaña presidencial “en el exilio”.
McAfee es miembro del Partido Libertario, que defiende el libre comercio. Ya intentó ser su representante en los comicios de 2016, pero no lo logró.
“No quiero ser presidente, realmente no, y además no podría: en serio, míreme, no puedo ser presidente. De todas formas, tengo muchos seguidores y voy a influir en las próximas elecciones”, reveló a AFP.
El excéntrico millonario ofreció su ayuda al gobierno cubano, que recientemente anunció que “estudia la creación de una criptomoneda” para impulsar su maltrecha economía.
“Probablemente, soy el mejor amigo que Cuba tiene actualmente. No sé nada de comunismo, pero sé que no debemos interferir en los asuntos internos de Cuba, que no deberíamos bloquear este país”, declaró.
El magnate comenzó su carrera como ingeniero en la Nasa, y después trabajó en varias empresas de informática. En 1987 creó la compañía McAfee que revendió a Intel en 2010. Posee una fortuna valorada en 100 millones de dólares. Presume de ganar 2.000 dólares al día y tener casi un millón de seguidores en Twitter.
Se instaló en Belice, donde su nombre saltó a los medios en 2012 cuando su vecino fue asesinado, un crimen que no se ha resuelto. Se marchó a Estados Unidos, donde fue detenido en 2015 por conducir bajo los efectos de las drogas. En enero de este año huyó hacia Bahamas, acusado de evasión de impuestos. Y de ahí saltó a Cuba.
“No he pagado impuestos en ocho años”, reconoció.
McAfee aspira a permanecer en La Habana hasta las elecciones, que se celebrarán en noviembre de 2020, confiado en que Cuba nunca ha extraditado a un ciudadano estadounidense.
Sin embargo, pese al empeoramiento de las relaciones diplomáticas, la cooperación policial y judicial entre ambos países se mantiene. En noviembre pasado las autoridades cubanas entregaron a Estados Unidos a un norteamericano que era buscado por Interpol por el asesinato de su pareja.
Foto de portada: REUTERS / Alexandre Meneghini
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: