El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel llegó este domingo a la ciudad de San Petersburgo, en Rusia, como colofón a una gira por naciones europeas, que incluyó además a Irlanda, Bielorrusia y Azerbaiyán.
Acompañado de su esposa, Lis Cuesta, el mandatario arribó alrededor de la 1:00 P.M. procedente de Azerbaiyán, donde participó en la decimoctava cumbre del Movimiento de los No Alineados.
Díaz-Canel tiene previsto reunirse con el gobernador de la ciudad, denominada Leningrado hasta el fin de la era soviética, así como visitar el cementerio memorial Piskarióvskoye, donde se encuentran los restos de cientos de miles de personas que murieron en la Segunda Guerra Mundial.
Pero el evento más importante del recorrido será su encuentro el martes con el presidente Vladimir Putin, en Moscú.
Según recientes declaraciones del asesor del Kremlin, Yuri Ushakov, al portal Sputnik News, "habrá negociaciones" entre ambos, aunque no especificó qué temas se abordarán.
La relación de Cuba con el gigante euroasiático es vital para la Isla, en medio de la fuerte ofensiva anticastrista y las últimas sanciones de la actual administración norteamericana.
Rusia se está convirtiendo en uno de los pilares fundamentales del desarrollo económico cubano, con inversiones de cientos de millones de dólares en el sector energético, de transporte y en la producción de petróleo, según aseguró este semana Santiago Pérez Benítez, subdirector del Centro cubano de Investigaciones de Política Internacional.
La próxima reunión de Díaz-Canel con Putin este martes dará continuidad a las conversaciones que inició el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, durante su viaje a La Habana a comienzos de octubre.
Entonces, el funcionario declaró que su gobierno ayudará a Cuba a recibir petróleo y sus derivados.
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