Donald Trump y su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, sostuvieron una conferencia de prensa este martes, luego de haberse reunido en el Despacho Oval, para tratar temas referentes a la economía de ambas naciones y la situación en Venezuela.
El presidente de los Estados Unidos, abrió el acto informativo felicitando al titular del Gobierno de Brasil por su “gran victoria” electoral en octubre del pasado año. “El resultado final fue algo que todo el mundo estaba hablando”, expresó Trump.
Luego, indicó que las potencias tendrían una “fantástica relación de trabajo” ya que ambos mandatarios comparten visiones similares de diversos puntos.
“Durante 200 años los pueblos de Brasil y Estados Unidos han estado juntos, ya que comparten principios comunes, como el amor a la fe, a la familia y al país”. El mandatario norteamericano recordó que su país fue el primero en reconocer la independencia brasileña en 1822.
A la par, Trump anunció que durante el encuentro bilateral, llevado a cabo en la presente jornada, se discutieron las prioridades de las dos naciones, entre ellas: la situación económica y política que, actualmente, vive Venezuela.
“Brasil ha sido un extraordinario líder y apoyo al pueblo venezolano, quienes están reclamando su libertad y democracia. Brasil ha ayudado mucho”, indicó el cabeza de la Casa Blanca.
“Junto con los Estados Unidos, Brasil fue una de las primeras naciones que reconoció el presidente legítimo de Venezuela, Juan Guaidó”, agregó Trump, antes de agradecer a Bolsonaro por su apoyo en el envío de ayuda humanitaria al país petrolero. “Juntos hemos alimentado a miles y miles de personas hambrientas (...) el pueblo venezolano lo ha aparecido”.
Trump afirmó que este hubiera sido un “proyecto humanitario de gran éxito”, si tan solo las “fuerzas militares de Nicolás Maduro se hicieran a un lado”. “Llamamos a los miembros de las fuerzas militares venezolanas de acabar su apoyo por Maduro, quien no es más que un títere del Gobierno cubano”.
Durante la rueda de prensa, el mandatario de Estados Unidos dijo que su país y la nación brasileña, también, se encuentran al lado del pueblo cubano y nicaragüense. “La hora del crepúsculo del socialismo ha llegado a nuestro hemisferio”.
Antes de finalizar su intervención, Trump afirmó que “la hora del crepúsculo” había arribado igualmetne a su “gran nación”, que nunca había estado mejor -económicamente- que ahora. “Lo último que queremos en nuestra nación es el socialismo”.
Por su parte, Bolsonaro comenzó su discurso invitando al mandatario estadounidense a reciprocar dicha visita. “Será muy bienvenido por el pueblo brasileño, tenemos mucho en común”.
El presidente de Brasil declaró siempre haber sido un admirador de los Estados Unidos. Sentimiento que se incrementó, supuestamente, con la llegada de Trump al poder. “El encuentro de hoy retoma antiguas tradiciones y comienza un nuevo capítulo”
“Brasil tiene hoy en día un presidente que no es antiestadounidense (…) lo cual no tiene precedentes en las últimas décadas”.
Luego de ser abordado por varios periodistas, en la ronda de preguntas, Trump afirmó que las sanciones que hasta el momento se han dictado contra organizaciones y personas cercanas al régimen chavista no han sido las “más duras”. Igualmente, aclaró no saber cuánto tiempo pasará antes de que Maduro abandone el poder.
Mientras que Bolsonaro admitió estar seguro de la reelección de Donald Trump en las elecciones presidenciales programadas para el próximo 2020. “Todo el mundo va a repetir su voto (...) cada día más y más personas atraídas por el comunismo y el socialismo, lentamente están abriendo su mente hacia la realidad”.
La presente jornada marca la primera que Bolsonaro es recibido por el mandatario estadounidense en la Casa Blanca. Durante la reunión, Trump dijo estar considerando la posibilidad de que Brasil participe en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Asimismo, afirmó apoyar los esfuerzos de Brasil -la octava potencia mundial- para unirse a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), un club de las economías más avanzadas a nivel global.
Entre las actividades programadas antes del regreso de Bolsonaro a Brasilia, está la vista al cementerio nacional de Arlington, a las afueras de Washington, y una reunión con líderes religiosos estadounidenses.
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