“Está en falta” es una dramática frase que conocen muy bien los cubanos.
Aunque estas conocidas ausencias incomodan, no pesan tanto cuando se trata de productos que no pueden ser calificados de “imprescindibles”. Sin embargo, la falta de medicamentos golpea mucho más, porque afecta directamente el bienestar físico y psíquico de las personas.
Este reportaje de Martí Noticias insiste en un tema que se ha reiterado en los últimos meses: la frecuente escasez de medicamentos en Cuba, que llega a niveles extremos en algunas provincias más alejadas de la capital.
Según lo comentado en este vídeo, la situación parece ser especialmente difícil en la provincia de Guantánamo, donde según testimonios de los afectados han llegado a estar hasta tres meses sin un medicamento tan básico como es la aspirina.
Especialmente sensible resulta, además, la falta de aquellos medicamentos que responden al concepto de "crónicos", es decir, que están destinados a enfermedades cuyo tratamiento es vitalicio, y cuya falta puede contribuir a que la salud se desestabilice y traiga como consecuencia complicaciones severas o incluso la muerte. Es el caso de los medicamentos para el asma, los antihipertensivos e incluso las medicinas orientadas al tratamiento de enfermedades nerviosas o psiquiátricas.
No solo los pacientes, también los médicos y farmacéuticos han manifestado su desconcierto ante una situación que se va tornando preocupante, y es que, si algo está claro, es que con la salud no se juega.
Ya en los últimos tiempos se ha venido comentando cómo la medicina natural se ha convertido en un camino alternativo, de uso obligado, para quienes han visto fallar los tratamientos médicos convencionales en la Isla.
Increíble resulta que hasta los condones o los medicamentos asociados al control de la natalidad, hayan sufrido las carencias y faltas de regularidad en el abastecimiento tan al uso en Cuba.
Entre las causas, se cita el atraso en la compra de materias primas porque no se paga en tiempo a los proveedores y también el acaparamiento, los tentáculos del mercado negro, que lamentablemente también alcanzan a la salud pública en Cuba.
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